La combinación de jamón y queso ha sido, y es, una de las más populares y exitosas de la cocina casera. Un caballo ganador que no hace más que mejorar si le añadimos otro ingrediente mágico como es la patata. Mi padre lo sabía bien, por eso disfrutaba tanto preparando este pastel de patata, jamón y queso para la familia y nosotros comiéndolo.
Con esta receta aporto mi granito de arena al humilde homenaje que desde Directo al Paladar queremos rendir a la figura de los padres compartiendo con vosotros las recetas de los nuestros. Mi padre viajaba mucho por trabajo y pocas veces se metía en la cocina, pero cuando lo hacía mis hermanos y yo esperábamos con emoción el momento de la comida, sobre todo cuando sabíamos que del horno saldrían este pastel de patata, jamón y queso que tanto éxito tenía con toda la familia.
Comenzamos haciendo una mezcla con la harina de trigo, las hierbas provenzales, la sal y un poco de pimienta negra molida. Nos va a servir para dar sabor al pastel, además de para ligarlo, así que la cantidad de hierbas, sal y pimienta la podemos ajustar al gusto de cada cual. Incluso podemos cambiar las especias y usar las que más nos apetezca. Reservamos.
Calentamos la nata junto con el caldo de verduras y la mostaza de Dijon. Removemos bien para que se homogeneice la mezcla. Preparamos una fuente de horno y la untamos con mantequilla por la base y laterales. Picamos el jamón cocido. Reservamos todos estos elementos, así los tendremos listos para cuando toque montar el pastel.
Pelamos las patatas y las cortamos en láminas de medio centímetro de grosor (máximo). Las cocemos en una cacerola con abundante agua salada durante unos siete u ocho minutos. Tiene que quedar al dente, pues se terminarán de cocer en el horno. Retiramos del fuego, refrescamos para cortar la cocción y escurrimos bien.
Montamos el pastel a capas, colocando los ingredientes de la siguiente manera: 1/3 de las patatas, la mitad de la mezcla de la harina, 1/3 del queso y 1/2 del jamón. Repetimos con otro 1/3 de patatas, la segunda mitad de la harina, otro 1/3 del queso y el resto del lacón. Finalizamos con los últimos tercios de patata y de queso.
Regamos con la mezcla de nata-caldo-mostaza y espolvoreamos con pan rallado. Cocemos en horno pre-calentado a 220ºC durante, aproximadamente, 40 minutos o hasta que la superficie adquiera un tono dorado. Retiramos y dejamos reposar diez minutos antes de servir para que el pastel se asiente y tome cuerpo.
Con qué acompañar el pastel de patatas, jamón y queso
Un plato como este pastel de patatas, jamón y queso tiende a desaparecer de la mesa en un abrir y cerrar de ojos. La combinación de sabores es muy acertada, sabrosa y reconfortante, lo que lo convierte en un plato perfecto para toda la familia. Es estupendo como plato único acompañado de una ensalada de hojas verdes y, quizás, un poco de pan.
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