La verdad es que nos gustan las dos opciones, sean las aceitunas al queso o las galletas de aceitunas, las dos son recetas muy fáciles de hacer y muy sabrosas. En lo que además es en que son dos magníficos aperitivos.
Para preparar las olivas al queso se necesitan unos 100 gramos de olivas negras preferiblemente de las de Aragón, un poco de pimentón picante, 1 cucharada de perejil picado, piel rallada de ½ limón y un queso semicurado cortado en daditos.
Simplemente debes mezclar todos los ingredientes y dejarlos macerar en un bol durante al menos una hora y ya tendrás un gustoso aperitivo para acompañar el vermouth.
Para preparar las galletas de olivas tampoco tendrás mayor problema, prepara una lámina de pasta brisa y unas 15 olivas negras deshuesadas y picadas bien menudas. Forma una bola con la pasta brisa y la picada de olivas mezclando bien ambos ingredientes.
De la bola resultante, forma bolitas más pequeñas, del tamaño aproximado de una nuez y aplástalas ligeramente, a continuación, colócalas sobre una fuente de horno previamente untada con mantequilla.
Con la ayuda de un pincel unta un poco de leche en cada bolita y espolvorea un poco de azúcar sobre ellas. Precalienta el horno a una temperatura de 180 grados centígrados y cuece las galletas durante 20 minutos o hasta que veas que están cocidas.
Deberás servirlas frías y espolvoreadas previamente con un poco de azúcar. Sin duda te vas a chupar los dedos con estas galletitas.