Qué mejor plato para estos días que una buena carne rustida acompañada de calabaza, y con este propósito hemos preparado un Solomillo con crema de calabaza y sus semillas. Es una elaboración sencilla pero naturalmente deliciosa, vamos, para chuparse los dedos.
Los ingredientes (4 comensales) 2 solomillos de cerdo, 500 gramos de calabaza, 150 gramos de nata líquida, 150 gramos de leche, 5-6 dientes de ajo, 1 cebolla de Figueres, 50 mililitros de brandy, pimienta negra, comino, jengibre molido, tomillo, 2 cucharadas de pipas de calabaza, aceite de oliva y sal.
La preparación Pela y trocea la calabaza, pela y pica la cebolla y tres dientes de ajo. Pon aceite de oliva en una sartén grande y sofríe la calabaza, sala al gusto y pasados unos 6-8 minutos incorpora la cebolla, rehoga unos minutos más y agrega los ajos, pimienta negra recién molida, comino y jengibre molido, mueve con una cuchara de madera de vez en cuando.
Cuando los ingredientes estén tiernos, incorpora la nata, la leche y salpimenta, mezcla bien y deja reducir moviendo de vez en cuando. Mientras tanto, espolvorea sobre los solomillos el tomillo y sal al gusto. En una sartén grande con aceite de oliva, dora el resto de ajos ligeramente machacados y pelados, cuando hayan desprendido todo su sabor en el aceite, retíralos e incorpóralos a la sartén de la calabaza que habrás retirado del fuego en su momento.
Incorpora ahora los solomillos en la sartén que has dorado los ajos, mantén a fuego fuerte hasta que se dore por todos los lados y después reduce el fuego para que se haga por dentro. Pasados unos 15-20 minutos, riega los solomillos con el brandy y deja reducir.
Tritura la calabaza hasta obtener una crema fina, corta los solomillos en rodajas y sírvelos en los platos sobre un cucharón de crema de calabaza. Reparte unas pipas sobre ella y termina regando con el jugo resultante del rustido de la carne.
La degustación Consiguiendo el punto de la carne al gusto del consumidor es un plato de 10, a nosotros nos gusta así, sonrosadita, un manjar que se deshacía en la boca y que contrastaba con las crujientes pipas. La combinación de sabores, impresionante.
En Directo al Paladar | Solomillo de cerdo con salsa de higos y parmentier de manzana y canela