Si nos seguís, ya sabréis que una de las carnes más preciadas para mi es el solomillo; si os pasa lo mismo, os aconsejo que probéis este solomillo con mantequilla y espinacas que no creo que os defraude. Como veréis en la elaboración, no os llevará mas de 10 minutos prepararlo y la dificultad es tan pequeña que es un perfecto plato para los que comencéis en el maravilloso mundo de la gastronomía, seguro que os animará a seguir en él. Ya me contaréis.
Seguramente si no tenéis una tienda especializada cerca, tendréis dificultad en encontrar las flores de trébol, si es así, podéis sustituirlas por unas hojitas de berros, que son mas comerciales y os quedará igual de sabroso.
Ingredientes: 4 medallones de solomillo de 150 gramos, 200 gramos de mantequilla con sal, 2 puñados de flores de trébol, sal y pimienta. Para la guarnición: 200 gramos de espinacas cocidas, 1 decilitro de nata espesa, sal, pimienta, nuez moscada.
Preparación: Picamos las espinacas cocidas y las ponemos a calentar con la nata hasta que espese, las sazonamos con la sal, la pimienta y la
nuez moscada. Para hacer la mantequilla, mezclamos ésta en un mortero con las flores de trébol, sazonamos y la envolvemos con papel de aluminio en forma de rollo, cerrando los extremos, y la reservamos en la nevera.
Salpimentamos los medallones de solomillo y los hacemos a la plancha 3 minutos (un buen solomillo siempre debe quedar jugoso por dentro), y ya solo nos queda cortar la mantequilla en rodajas y darle la forma de hoja para que nos quede una presentación más apetecible. El plato quedará montado poniendo la mantequilla encima de la carne y a su lado las espinacas cocidas.
En Directo al Paladar | Solomillo de buey al cilantro, Solomillo caramelizado con salsa de fresa, Solomillo con uvas al romero, Solomillo de cerdo con lombarda y manzanas