En casa de mi abuela, asturiana ella, siempre había leche, nata y mantequilla. Algo lógico a tenor de tanta vaca pastando en los "praos", como lógico es también que utilizara esos ingredientes en la cocina. Hoy, os he traído una selección de tres recetas de la abuela con nata y mantequilla, que estoy seguro os encantará.
La primera de todas es la que más recuerdos me trae. Y es que mi abuela, aunque asturiana de adopción, es monovera de nacimiento (un pequeño pueblo del interior de Alicante), y entre su elenco de postres se encontraba una receta típicamente valenciana: la coca de nueces y pasas.
Coca de nueces y pasas
Mi abuela tenía dos recetas para la coca de nueces y pasas. Una más elaborada, con masa de arranque y alguna que otra filigrana, y otra más sencilla, la que me aprendí yo, porque las dos me resultaban buenísimas y el tiempo nunca ha sido algo que me sobrara.
Los ingredientes son bien fáciles de recordar: 4 huevos, 150 gr. de mantequilla, 250 gr. de harina, 250 gr. de azúcar, 9 gr. de levadura, un poco de canela, piel de limón rallada, nueces y uvas pasas.
El proceso es coser y cantar: mezclamos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea. Primero los huevos batidos, el azúcar, la mantequilla derretida, un poco de canela, la piel rallada de medio limón (o naranja), la harina tamizada y, por último, las pasas. Colocamos la masa en un molde engrasado con mantequilla, colocamos las nueces en la superficie y horneamos a 180ºC durante 40 o 45 minutos.
Fácil, rápido y rico. Si lo rematáis con un poco de azúcar apelmazada con agua y otro golpe de horno, haréis las delicias de los más golosos. Ideal para acompañar el café.
Cuatro cuartos de chocolate
Otra receta muy habitual de mi abuela, era el bizcocho de chocolate, sobre todo cuando nos tenía por vacaciones en casa, corriendo todo el día de aquí para allí y quería que no nos faltara energía. Aunque ahora que lo miro en perspectiva, vaya ganas de que recuperáramos fuerzas para seguir con nuestras trastadas. Amor de abuela, no tiene otra explicación.
Para que luego digan de que las recetas de la abuela son complicadas, esta es fácil como ella sola, pues es básicamente un bizcocho cuatro cuartos con cacao en polvo.
Los ingredientes, lógicamente, un cuarto de cada: 250 gr. de mantequilla, 250 gr. de azúcar, 200 gr. de harina más 50 gr. de cacao en polvo (100 % cacao) – juntos hacen 250 gr.-, 5 huevos (250 gr. más o menos) y una cucharadita de levadura en polvo química.
De nuevo, incorporamos los ingredientes en un bol poco a poco, batiendo en todo momento. Primero la mantequilla trabajada, luego el azúcar, luego los huevos uno a uno, y por último, la harina, el cacao y la levadura tamizados. Horneamos durante 45 minutos a 170ºC en un molde adecuado untado con mantequilla y listo.
Consejo de la abuela (y experiencia de nieto): conviene mantener el bizcocho alejado de los niños mientras se enfría, que su devoción por el chocolate no entiende de temperaturas.
Salsa a la pimienta
Esta no es una receta de la abuela al uso, pero es que era la salsa con la que la mía camuflaba esos filetes de ternera tan difíciles de masticar, y que siempre se me hacían bola. Así, con la salsa a la pimienta (normalmente muy suave), los hacía más jugosos y yo tan feliz mojando el pan.
La salsa a la pimienta es una de las salsas más socorridas y sabrosas que conozco. Se prepara en un periquete y acompaña a la perfección a muchos tipos de carnes, desde unas discretas pechugas de pollo hasta un solomillo de ternera, aunque este último lo prefiero sólo.
Los ingredientes son los siguientes: 400 ml. de nata líquida, 100 gr. de mantequilla, 40 gr. de glas de carne, sal, pimienta negra y verde y, opcionalmente, 100 ml. de coñac y 100 ml. de oporto 1 dl de coñac.
En una sartén, derretimos la mantequilla y añadimos el coñac y el oporto, dejando que se evaporen un poco. Si hemos elegido no usar alcohol, añadimos entonces los granos de pimienta, rehogamos un poco y vertemos la nata y el glas de carne, bajamos a fuego medio y removemos lentamente hasta que la salsa espese. Ajustamos de sal si hiciera falta y servimos.
Como variante de esta receta, para los más amantes de las salsa, también podéis probar la salsa de cebolla caramelizada, que es una salsa de pimienta como esta a la que se le añade, lógicamente, cebolla caramelizada. Deliciosa.
Espero que os hayan gustado estas tres recetas de la abuela con nata y mantequilla. Seguro que se han quedado muchas en el tintero y que cada uno de vosotros tiene una receta especial de su abuela que jamás olvidará, así que os invito a compartirlas en los comentarios.
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