Una de las recetas clásicas de la cocina española es el pollo al chilindrón que hoy preparamos con Thermomix. Se labora con ingredientes sencillos y económicos, que gustan a todo el mundo. Es por ello que en casa lo preparamos a menudo y lo acompañamos de patatas fritas, puré de patata o arroz blanco.
El pollo al chilindrón aguanta estupendamente bien el paso de las horas y el reposo de una noche en la nevera le sienta de fábula. ¡Cuántas veces nos lo habremos llevado a la oficina y pensado "está mejor que ayer"! En poco más de media hora está listo y con esta receta con Thermomix no hay ni que vigilar que se agarre o queme. Un chollo de receta.
Retiramos la piel de los muslos de pollo (o las piezas que hayamos comprado). Si se nos escurre nos podemos ayudar con un trapo. Con una mano agarramos el muslo de pollo por la carne y con la otra tiramos de la piel, agarrándola con un trapo de cocina. Con esta técnica saldrá con más facilidad.
Pelamos los dientes de ajo y los introducimos en el vaso del Thermomix junto con el aceite. Picamos 6 segundos en velocidad 5 y bajamos los restos de las paredes con ayuda de la espátula. A continuación programamos 3 minutos, Varoma, velocidad 1 para sofreírlo.
Pelamos la cebolla y la troceamos en cuartos. Lavamos y limpiamos los pimientos, retirando los pedúnculos y las semillas) y los troceamos. Introducimos las verduras (cebolla y pimientos) en el vaso y picamos 4 segundos en velocidad 5. A continuación las pochamos programando el Thermomix 10 minutos, Varoma, velocidad 1.
Colocamos la mariposa en las cuchillas e incorporamos el resto de los ingredientes: pollo, vino, salsa de tomate o tomate frito, sal y pimienta al gusto. Programamos 20 minutos, Varoma, giro a la izquierda y velocidad cuchara. Servimos inmediatamente o dejamos atemperar antes de guardar en la nevera.
Con qué acompañar el pollo al chilindrón en Thermomix
Podemos acompañar este pollo al chilindrón con una ración de patatas fritas, puré de patatas o arroz blanco. Cualquiera de las tres guarniciones es un acierto. La salsa de las verduras es deliciosa y pide, también, unos trozos de buen pan. No podréis dejar de rebañar el plato.