Me encanta preparar helados caseros en verano, es una tarea mucho más fácil de los que parece a priori y las posibilidades de sabores e ingredientes son muchísimas. Esta vez le ha tocado a este helado de cheesecake, que es una auténtica delicia.
Las explicaciones y tiempos son para hacerlo con la Thermomix, pero si tenéis cualquier otro procesador de alimentos podéis hacerlo igualmente. Lo único es que la crema del principio tendréis que cuajarla al fuego y remover constantemente para que no se pegue.
Ponemos en el vaso los huevos, el azucar, el azúcar vainillado, la esencia de limón y el queso cremoso. Programamos 8 min/90º/vel 5. Vertemos en una bandeja metálica y dejamos enfriar durante 30 minutos. Después introducimos la bandeja en el congelador un mínimo de 4 horas.
Colocamos la mariposa en las cuchillas. Montamos la nata a vel. 3,5 prestando especial atención para evitar batir en exceso. Retiramos las mariposas y añadimos la preparación congelada. Trituramos 30 seg/vel 7. Retiramos a un recipiente hermético grande.
Incorporamos la mermelada repartida a cucharadas, añadimos las galletas en trozos tamaño de una almendra y mezclamos ligeramente. Servimos el helado espolvoreado con el crocanti de almendras.
Con qué acompañar el helado de cheesecake
Esta receta de helado de cheesecake entra enseguida por los ojos, con su combinación de colores y de ingredientes, no necesitaréis mucho más que una cuchara para degustarla. Lo mejor es batir el helado en el último momento justo antes de servirlo, pero si no podéis guardadlo en el congelador. Acompañadlo con vuestras galletas preferidas.
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