Aunque hoy en día las rosquillas son un dulce que se encuentra en cualquier época del año, antaño se consideraban típicas de Carnaval, Cuaresma y Semana Santa. Y es una suerte que las cosas hayan cambiado, máxime cuando las puedes hacer más rápido usando una Thermomix, porque cuando algo está tan bueno apetece disfrutarlo con asiduidad, como sucede con las versiones caseras de dulces como los donettes.
La masa de estas rosquillas se prepara con Thermomix, pero el resto del proceso, es decir, el formado y la fritura, se realiza de forma manual. Con el robot se consigue una masa bien ligada y homogénea, que se hincha en contacto con el aceite caliente y da lugar a unas rosquillas esponjosas que son bocato di cardinale.
Para que queden tiernas y abizcochadas hay que dejar la masa ligeramente pegajosa, blandita. Con el reposo, en frío, coje cuerpo y se vuelve más manejable. No obstante, si nos engrasamos las manos con un poco de aceite podremos formar las rosquillas de manera fácil y sencilla.
Introducimos el azúcar y la piel de limón en el vaso del Thermomix y programamos 1 minuto, velocidad progresiva 5-7-10. Añadimos los huevos, el aceite y el anís y programamos 10 segundos, velocidad 6. Incorporamos la mitad de la harina, la levadura química, un pellizco de sal y mezclamos durante 8 segundos, velocidad 6.
Agregamos el resto de la harina y programamos 15 segundos, velocidad 6. Tiene que quedar una masa blanda pero que se pueda manejar con las manos. Si no es así, añadimos más harina y programamos 30 segundos, vaso cerrado y velocidad espiga. Sacamos la masa del vaso, la envolvemos en papel film y dejamos que repose en la nevera durante una hora (o más si es posible).
Una vez reposada la masa la dividimos en porciones (a nosotros nos han salido 40), las boleamos y formamos las rosquillas introduciendo un dedo en el centro y haciéndolas girar para abrir un agujero generoso (se cerrará en la sartén).
Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las rosquillas a fuego medio hasta que estén doradas por ambas caras. Las retiramos y dejamos escurrimos bien sobre papel absorbente y, en caliente, las rebozamos en azúcar.
Con qué acompañar las rosquillas con Thermomix
Ideales para servir en la sobremesa como acompañamiento del café, infusión, licor, etc. Estas rosquillas con Thermomix son un bocado delicioso, tierno y esponjoso que vais a querer comer a dos manos. Veréis lo rápido que desaparecen del plato.
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