Ayer tarde, después de dar un largo paseo, me entró un hambre descomunal, no un hambre cualquiera, no, hambre de gambas. Tengo que reconocer que soy tremendamente caprichosa con la comida. Si me apetecen gambas (y tengo gambas) no me da pereza ninguna ponerme a cocinarlas, no me conformo con algo que tenga preparado ya. Eso sí, si no hay gambas me como lo que sea, con mucho gusto, por supuesto. Caprichosa pero realista.
Pues eso, me apetecían gambas, pero no unas gambas cualesquiera, las quería en contacto con un buen AOVE, aromático y embriagador y, un toque de eneldo. Muy caprichosa. Y como la que cocina en casa soy yo, pues eso. Anoche preparé para cenar esta receta de buñuelos de gambas al eneldo, de la cual me hinché. Todo hay que decirlo.
Los ingredientes
2 docenas de gambas de gran tamaño, 2 huevos, 1 vaso de cerveza, 1 cebolla tierna, 1 cucharadita de levadura royal, harina, AOVE (aceite de oliva virgen extra), unas pizcas de eneldo y sal.
La preparación de los buñuelos de gambas al eneldo
Esto es muy sencillo, si tenemos las gambas congeladas, las sacamos a un recipiente con agua fría, para que descongelen, mientras picamos la cebolla muy finita y la ponemos en un cuenco con los huevos, un chorrito de cerveza, el eneldo, pizca de sal y movemos. Añadimos la harina mezclada con la royal, poco a poco y sin dejar de mover, hasta conseguir la textura adecuada, esto es, ni muy líquida ni muy plastosa. Lo suficiente para que al introducir en ella la gamba, esta se impregne por completo.
Pelamos las gambas que ya se habrán descongelado. Las cabezas las podemos echar a los gatos, si no fueran congeladas las aprovecharíamos pero, al ser congeladas (ya sabéis, los productos químicos que les ponen al congelarlas para su mejor conservación, se almacenan en la cabeza de los animalillos) prescindimos de ellas.
Ponemos en una sartén honda abundante AOVE y calentamos. A nuestro lado el cuenco de la masa de buñuelos y el plato con las gambas. Mojamos cola por cola y las vamos sumergiendo en el AOVE. Una vez hinchadas y doraditas las vamos sacando a papel absorbente.
En este momento si no teníais los jugos gástricos saltando, ya se os han debido poner, así que es una oportunidad estupenda para, mientras echáis la siguiente tongadilla a la sartén, empinarse esa cerveza que nos ha sobrado y ha quedado sola en el vaso. Hay que cuidarse!
Tiempo de elaboración | 20 minutos
Dificultad | Media
La degustación
Bueno pues esto se trata de preparar una ensalada, llenarse el vaso de cerveza y, cogiéndolas por la cola, ir degustando, una a una, estas gambitas tan ricas.
Esta receta de buñuelos de gambas al eneldo, se la quiero dedicar a todas esas personas que son capaces de pararse y disfrutar, al menos un ratito cada día. Que la vida ya es bastante dura a veces, como para, encima, privarnos de esos placeres que, a menudo, obviamos, solo engullimos como los demás. Cierra los ojos y disfruta de tu gamba.
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