Hoy traemos un entrante rapidito y muy fácil para un picoteo. Las piruletas de queso camembert y frambuesa serán capaces de prepararlas hasta el más inexperto de los cocineros y su mezcla de sabores es exquisita. Eso sí, podéis cambiar a vuestra elección el queso como por ejemplo por un brie más suave, y la mermelada de frambuesa por una de cerezas. De todas maneras estarán muy buenas.
Lo ideal es ponerles unas espátulas de madera de esas como las de los polos, pero como me fue imposible encontrarlas les he puesto un palo de brocheta grueso y aguantaron perfectamente.
Precalentar el horno a 200ºC. Extender la lámina de hojaldre y cortarla en 18 cuadrados con un cortapizzas. Colocar en cada base de la mitad de los cuadrados un palo de brocheta. Cortar nueve cuñas de queso y colocarlas en cada uno de la mitad de los cuadrados, encima poner una cucharadita de mermelada de frambuesa.
Cerrar con otro cuadradito de hojaldre apretando bien los bordes con un tenedor. Colocar en una bandeja de horno con papel de hornear o una lámina de silicona y hornearlos durante 15 minutos en el horno o hasta que estén bien dorados.
Con qué acompañar las piruletas de queso
Estas piruletas de camembert y frambuesa se sirven calientes y recién hechas para apreciar toda la mezcla de sabores. No hay que quitarle la corteza al queso camembert, pues ayuda a que el sabor sea más pronunciado y mejore el contraste entre ingredientes. Son un picoteo delicioso en cualquier ocasión que podemos acompañar de un vino blanco fresco o sidra.
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