De todas las elaboraciones de la cocina mexicana que se han popularizado en España, podría decir que las quesadillas son mi favorita. Me gusta el juego que dan, la cantidad de rellenos que admiten, la rapidez con la que se preparan y muchas cosas más. Son perfectas para una cena informal y, si hacemos como con estas quesadillas de frijoles refritos y queso fundente, también son ligeras y sanas.
Podríamos decir eso de "menos es más" cuando nos referimos a estas quesadillas de frijoles refritos y queso fundente, ya que no llevan más que dos ingredientes como relleno. Y poco más se necesita para su elaboración. Si tenéis listos los frijoles refritos, el montaje de estas quesadillas será cuestión de coser y cantar.
Comenzamos por los frijoles refritos. Revisamos las alubias negras y retiramos los restos de suciedad que puedan contener. Las lavamos a conciencia bajo el grifo. Las colocamos en una olla a presión, junto con una hoja de laurel, y las cubrimos con abuntante agua. Cocemos en la posición 2 durante 30 minutos. Dejamos que el vapor salga por sí solo antes de abrir la olla.
Las alubias se pueden poner en remojo la noche anterior, lo que aceleraría el tiempo de cocción. Si optáis por ello, aseguráos de ajustar el tiempo de hervor reduciéndolo levemente. No indico tiempos pues cada olla es un mundo, así como cada tipo de alubia. No obstante, el punto de la alubia que perseguimos es aquel en el que, al presionarla entre dos dedos, cede sin resistencia.
Escurrimos las alubias y reservamos el líquido sobrante de la cocción. Este lo necesitaremos más adelante, de modo que ojo con tirarlo. Calentamos el aceite de girasol en una cacerola, le agregamos el chile molido y, acto seguido, incorporamos las alubias y sazonamos. Removemos al tiempo que aplastamos con un machacador o con un tenedor. Incorporamos parte del líquido reservado hasta obtener un puré suave y cremoso, pero compacto.
Listos los frijoles refritos, ya no queda más que montar y calentar las quesadillas. Para ello, cubrimos la base de cuatro tortillas de trigo con frijoles refritos y, sobre estos, colocamos trozos del queso que hayamos elegido. Tapamos con otra tortilla de trigo y calentamos, a fuego medio, en una sartén amplia. Volteamos para que se tueste por los dos lados y servimos, porcionadas, inmediatamente.
Con qué acompañar las quesadillas de frijoles refritos y queso fundente
Perfectas para una cena informal, de picoteo, con amigos o con familiares. Estas quesadillas de frijoles refritos y queso fundente son suaves de sabor y textura. Acompañarlas de un guacamole casero es todo un acierto, pues hacen un matrimonio muy bien avenido. Y no os olvidéis de regarlas con una cerveza bien fresca. De ahí, al cielo.
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