Las tartas o pasteles salados con productos variados y muchas verduras son preparaciones perfectas para cenar bien sin muchas complicaciones. Hoy os recomendamos probar esta fantástica tarta de tomates gratinados, queso feta y salsa pesto, una deliciosa mezcla de sabores que combinan a la perfección.
Además, es la típica receta que según el tiempo que tengáis os liará más o menos en la cocina, pues podéis preparar como en mi caso el pesto y la mermelada de cebolla caseros, o bien si tenéis prisa comprar unas conservas de calidad ya hechas. Incluso estará muy rica con masa quebrada comprada, o casera.
Comenzaremos preparando la mermelada de cebolla (o compramos una de calidad). En una olla combinamos todos los ingredientes (con 30 ml del aceite) y cocinamos durante veinte minutos con la olla tapada, removiendo de vez en cuando. Una vez que pase el tiempo, descubrimos la cazuela y seguimos cociendo durante otros veinte minutos. Reservamos para que se vaya templando.
Para el pesto mezclamos todos los ingredientes (con 70 ml del aceite)excepto el parmesano y lo trituramos hasta que se forme un aliño. Añadimos el queso, y removemos para que vaya espesando. Reservamos tapado con un film en la nevera. O usamos pesto comprado.
Seguiremos precalentando el horno a 180ºC. En un molde desmontable de tarta estiramos la masa de hojaldre y le pinchamos con un tenedor la base para que no hinche en exceso. La devolvemos a la nevera mientras que se prepara el relleno.
En un bol batimos los huevos junto con la nata, repartimos la mermelada de cebolla en una capa sobre el hojaldre, volcamos la masa de huevos y nata por encima y le desmenuzamos el queso feta. Salpimentamos. Horneamos 25 minutos hasta que veamos el hojaldre y el queso dorado.
Mientras tanto preparamos en una bandeja pequeña los tomates cherry con una cucharada de aceite de oliva y sal. Metemos unos cinco minutos a gratinar fuerte. A la hora de servir colocamos los tomates gratinados por encima de la tarta y distribuimos el pesto entre ellos.
Con qué acompañar la tarta de tomates gratinados
La tarta de tomates gratinados, feta y pesto es más complicada de explicar que de hacer, aunque si veis que lleva muchas elaboraciones por separado pero aún así os apetece probarla, os aconsejo que, como os comentaba al principio, os decidáis por alguno de sus pasos en conserva. Deliciosa por sí misma o acompañada de una ensalada ligera, o también un gazpacho o crema de verduras, es una cena perfecta.
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