Hoy os traigo una sencilla tarta salada con una crujiente base de pasta brick, ideal para disfrutarla en una cena o comida de picoteo. La pasta brick es muy versátil y nos sirve tanto para hacer unos saquitos, samosas, o como en este caso la base para esta tarta que además, al ir al horno, no le añadimos mayor cantidad de grasa como pasa cuando va frita.
Lo ideal es que la preparéis en un molde desmontable para que a la hora de retirarla y servirla no se rompan los pequeños volantes que forma la masa en el horno, pero si no disponéis de él, la podéis hacer plana encima de una bandeja forrada con papel sulfurizado directamente.
Ingredientes
- Pasta brick (hojas) 8
- Cebolleta 3
- Queso de rulo de cabra grande 1
- Pistachos 25 g
- Yema de huevo 1
- Azúcar 5 g
- Pimienta negra molida
- Sal
- Tomillo fresco
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer tarta fina de cebolleta caramelizada y queso de cabra
- Tiempo total 40 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 25 m
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. Seguidamente vamos picando las cebolletas en aros y las sofreímos durante unos minutos en una sartén con un chorrito de aceite, hasta que las veamos que empiezan a dorarse. Salpimentamos y añadimos el azúcar por encima de ellas dejando que se caramelicen durante cinco minutos. Retiramos y dejamos templar.
A continuación extendemos en la base del molde (de 23 cm) las láminas de pasta brick separándolas unas de otras para formar un pequeño volante. Extendemos la cebolleta por toda la superficie, después el queso de cabra cortado en rodajas, los pistachos y por último un chorrito de aceite de oliva.
Pintamos los bordes que sobresalen de masa con la yema de huevo batida. Horneamos durante veinte minutos o hasta que veamos el queso derretido y la masa brick dorada. Decorar a la salida de horno con tomillo en rama o nuestra hierba aromática fresca preferida.
Con qué acompañar la tarta fina de cebolla
La tarta fina de cebolleta caramelizada y queso de cabra se debe tomar calentita para que el queso se mantenga derretido y nos muestre todo su sabor, aunque si os sobrara no debéis de recalentarla pues la masa brick perdería su toque crujiente, por lo que en este caso es mejor tomarla a temperatura ambiente. El sabor fuerte del queso de cabra junto con el dulce de las cebolletas y el crujiente de los pistachos, hacen de ella una combinación irresistible. Perfecta para un entrante a compartir o una cena acompañando una ensalada.
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