A todos nos gusta de vez en cuando disfrutar de algún snack guarrindongo como los Doritos, los Fritos o, por qué no, unos Risketos. Pero ¿qué pasa si añadimos a la bolsa salsas, carne y verduras? Tenemos entonces lo que los americanos (quienes si no) conocemos como un Walking taco. Literalmente, un taco caminero, que podemos zamparnos en la calle –aunque algo me dice que casi todo el mundo se lo zampa en el sofá–.
La receta, en resumidas cuentas, consiste en disponer la guarnición típica de los nachos sobre nuestra bolsa de snack favorita.
Os contamos aquí nuestra combinación favorita, pero ni que decir tiene que la fórmula es fácilmente modificable añadiendo más o menos queso, una mayor cantidad de picante, o cambiando la carne por ejemplo por frijoles para hacer una versión vegetariana.
Picamos el jalapeño finamente y rallamos los tomates. Reservamos.
En una sartén grande calentamos un fondo de aceite y doramos la carne a fuego medio hasta que deje de estar rosada. Agregamos un par de cucharadas de sazonador, la guindilla picada y los tomates rallados. Cocemos a fuego lento sin tapar hasta que no queden restos de líquido, lo que nos llevará entre 8 y 10 minutos.
Cuando esté listo para servir, abrimos las bolsas de Fritos o Doritos y colocamos la mezcla de carne en su interior, alternándola con queso rallado para que se funda por efecto del calor.
Cubrimos con más queso, crema agria y cilantro fresco picado.
Sazonador para fajitas suave Old El Paso 35 g.
Con qué acompañar los Walking Taco
Los walking taco pueden servirse como snack o como parte de una cena de picoteo junto a otro platos mexicanos como el guacamole o los burritos. La gracia, en parte, reside en repartir el relleno en bolsas de distintos aperitivos: a todos va a sentarle bien.
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