Arroz a la cubana, una receta de toda la vida (cuyo origen no está en Cuba) que nos acompaña desde la infancia

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Según el diccionario de gastronomía, el arroz a la cubana es "una preparación sencilla de arroz blanco cocido y huevos fritos. Los huevos se sirven colocados sobre montículos de arroz. Es habitual acompañarlo de salsa de tomate y, tradicionalmente, de plátano maduro frito en rebanadas y aguacate".

La denominación del plato "procede de la práctica cubana de mojar el arroz blanco con la salsa de los guisos, generalmente elaborados con salsa de tomate especiada". Parece ser que, a pesar de su apellido, su origen no está en Cuba sino en Canarias, donde el uso del plátano autóctono se puso de moda.

Para nosotros, este plato de toda la vida es de las recetas con arroz clásicas, siempre ha estado compuesto de arroz, huevo frito, plátano canario y salsa de tomate. Desconocíamos lo del aguacate, pero nos parece maravilloso y lo sumaremos a partir de ahora. Hay quienes completan el conjunto con algo de carne: salchichas, cinta de lomo o picadillo de carne. Al gusto.

Ingredientes

Para 1 personas
  • Arroz bomba 100 g
  • Plátano 1
  • Huevo 2
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Laurel
  • Sal
  • Tomate pera 2 kg
  • Zanahoria 3
  • Pimiento verde italiano 2
  • Cebolla 1
  • Azúcar (opcional)

Cómo hacer arroz a la cubana

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 2 h 40 m
  • Elaboración 30 m
  • Cocción 2 h 10 m

Comenzamos por la salsa de tomate, pues lleva un tiempo de cocción considerable. Aunque una vez estén todos los ingredientes en la cazuela no hay más que dejarlos cocer lentamente.

Pelamos y picamos la cebolla. Cortamos los pimientos en juliana y las zanahorias en rodajas finas. Rehogamos en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen extra hasta que la cebolla coja color marroncito, así la salsa tendrá más sabor.

Añadimos los tomates, lavados y troceados, y cocemos a fuego lento, removiendo de vez en cuando, durante una hora. Trituramos y volvemos a poner al fuego para cocer a fuego suave otra hora más. Salamos y echamos una pizca de azúcar si nos resulta muy ácida.

Preparamos el arroz de la manera preferida. Nosotros lo solemos hacer en el microondas, nos resulta más cómodo que en una cacerola al fuego. Cada maestrillo tiene su librillo, así que usad vuestra receta de cabecera o cualquiera de las nuestras: la clásica de arroz blanco, la rápida dearroz blanco olla expres o arroz blanco en el microondas.

Cortamos el plátano por la mitad, a lo largo. Calentamos abundante aceite de oliva en una sartén y lo freímos por ambas caras, a fuego fuerte. Ojo con pasarse de tiempo o se desintegrará en la sartén, sobre todo si está tirando a maduro. Retiramos y reservamos.

Aprovechamos la misma sartén para freír los huevos, que conviene que estén a temperatura ambiente para que no salpiquen. Para formar su famosa puntilla la temperatura del aceite ha de ser elevada y conviene no tocarlos una vez dentro. En menos de un minuto estarán listos para retirar y emplatar.

Ahora solo queda añadir el arroz (para hacer el montículo usamos una taza como molde), coronarlo con la salsa de tomate, incorporar el plátano frito y disfrutar inmediatamente de este plato clásico de los hogares españoles. Bon appétit.

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Con qué acompañar el arroz a la cubana

La verdad sea dicha, el arroz a la cubana no necesita de acompañamiento alguno. Es un plato combinado que se basta y se sobra para saciar el apetito del más hambriento. El único añadido que recomendamos es un trozo de buen pan para poder mojar en esa yema lujuriosa. Y punto.

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