Hace años que hago este risotto de ajo negro con crujiente de Parmesano y nunca deja de sorprenderme su suave textura y su potente sabor. Es una receta para enamorar, perfecta para una comida o cena romántica de San Valentín, si eres de los que celebrar la ocasión, para una celebración o para darse un homenaje.
Tiene poca complicación y es muy lucida, así que apostar por ella es un valor seguro. El crujiente de Parmesano se prepara en cero coma y el risotto no lleva más que remover y añadir caldo de vez en cuando. Lo importante es saber darle el punto al arroz, algo que solo se aprende con la práctica, pero que vamos a intentar explicarte lo mejor posible para que bordes este risotto de ajo negro con crujiente de Parmesano desde ya mismo.
Rallamos el queso Parmesano y preparamos los crujientes colocando cuatro pequeños montoncitos sobre una baandeja de horno cubierta con un silpat o con papel sulfurizado. Horneamos a 180ºC durante 5 minutos o hasta que comiencen a dorarse. Dejamos enfriar hasta el momento de servir.
Trituramos los dientes de ajo junto con el caldo de verduras, lo transferimos a una cacerola y lo mantenemos caliente a fuego muy suave mientras continuanos prepararando el resto de ingredientes. Lo siguiente será pelar y cortar la cebolla brunoise fina y pocharla en una cacerola usando la mitad de la mantequilla como grasa.
Cuando la cebolla esté traslúcida añadimos el arroz, removemos y sofreímos un minuto. A continuación agregamos el vino blanco, aumentamos la potencia del fuego y dejamos que se evapore el alcohol antes de empezar a añadir el caldo. Esto lo haremos cazo a cazo, sin añadir el siguiente hasta que el arroz haya absorbido todo el líquido.
Removemos durante todo el proceso para que el arroz suelte su almidón y ligue los granos, convirtiéndolo en un cremoso bocado. A los 18 minutos nuestro risotto estará casi listo y solo nos quedará incorporar el queso Parmesano rallado y el resto de la mantequilla. Removemos, ajustamos el punto de sal si lo consideramos necesario y dejamos reposar unos minutos antes de servir con los crujientes de Parmesano y ralladura de lima por toda la superficie.
Con qué acompañar el risotto de ajo negro con crujiente de Parmesano
Este risotto de ajo negro con crujiente de Parmesano es contundente y no requiere de mucho acompañamiento. Lo que le sienta de maravilla es una copa de vino blanco seco bien fresco y buena compañía al otro lado de la mesa con quien disfrutar de él. Lo demás es totalmente prescindible.
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