Cuando quiero comer rico, sabroso, y de paso triunfar un poquito entre los invitados, hago este risotto de sabor profundo e inconfundible. El jamón ibérico y los boletus componen una sinfonía de aromas que impregna la cocina hasta hacernos caer en la locura, solo esperamos que llegue el momento de lanzarnos sobre el plato y catarlo como si de un buen vino se tratara. Este risotto de ibérico y boletus no merece otro trato.
Uno de los secretos de este plato es, además de usar el mejor arroz para risotto, es tener buena mano y no dejar de remover, para que el plato se muestre cremoso y acaricie el paladar.
Ingredientes
- Jamón ibérico muy picado 200 g
- Boletus en aceite 300 g
- Arroz arborio 350 g
- Caldo de pollo o de jamón 1 l
- Vino blanco 150 ml
- Chalota 1
- Aceite de oliva virgen extra
- Mantequilla 50 g
- Queso al gusto
Cómo hacer risotto ibérico con jamón y boletus
- Tiempo total 50 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 40 m
Saltearemos los boletus en aceite para dorarlos ligeramente y que desprendan parte de la gelatina. En una sartén grande ponemos a pochar la chalota picada en mantequilla derretida con un chorro de aceite. Cuando esté pochada, añadiremos el jamón picado y removeremos.
Tras unos minutos a fuego medio, añadimos los boletus, volvemos a remover, y por último echamos el arroz, removiendo una vez más.
En un cazo mantenemos bien caliente el caldo de jamón. Vertemos el vino blanco sobre el arroz y dejamos que se evapore ligeramente. Cubrimos el arroz de caldo de jamón caliente, y vamos dejando que se absorba. A medida que falte caldo lo iremos añadiendo sin dejar de remover.
El plato está listo en unos veinte minutos de cocción, pero el tiempo es orientativo, ya que depende del fuego que se utilice, de lo caliente que esté el caldo y de la mano de cada uno, por lo que es recomendable ir probando hasta alcanzar el punto deseado. Servir inmediatamente y espolvorear con perejil picado.
No es necesario añadir sal, ya que tanto el caldo como el jamón ibérico aportan suficiente punto de sal.
Con qué acompañar el risotto ibérico
Este risotto de ibérico y boletus huye del reposo, por lo que es conveniente servirlo recién hecho. Si se desea se puede coronar con unas pequeñas láminas de queso curado; yo suelo rallar un poco de queso de Idiazabal, que lo complementa muy bien.
Para estómagos valientes puede funcionar como primer plato, pero por su contundencia, yo suelo servirlo como primero, precedido por un plato ligero.
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