Las albóndigas son de esos platos familiares que siempre son placenteros por su consistencia así como por su calidez y generosidad. A nosotros nos encantan esas recetas pensadas para sorprendernos de manera rápida con sabores bien definidos y queremos compartir nuestro último, descubrimiento, estas albóndigas rellenas de queso, con vosotros.
Hoy proponemos esta receta de albóndigas rellenas de queso que reflejan esa idea de generosidad y sorpresa. Para su elaboración usamos carne de cerdo y para el relleno un queso mozzarella. Así, cuando comas cada albóndiga, descubrirás el queso derretido que se mezclará harmónicamente con la carne en un conjunto delicioso.
Mezclamos en un recipiente la carne picada con la mitad del pan rallado y la cebolla picada. Sazonamos con sal y pimienta al gusto. Formamos una bolitas de carne de unos cinco centímetros de diámetro aproximadamente. Aquí todo depende de ti ya que si lo deseas puedes hacer las albóndigas más o menos grandes.
Cuando hayamos hecho las albóndigas cortamos el queso en cuadritos y colocamos uno en cada albóndiga. Es importante que el queso quede bien en el centro de la carne para que no se salga al momento de la cocción. Batimos un huevo, pasamos cada albóndiga por la harina, luego por el huevo y finalmente por lo que quedo del pan molido.
Calentamos en aceite en una sartén y freímos las albóndigas nos tres o cuatro minutos volteándolas a medio tiempo. Es importante que la lumbre no esté muy alta para que las albóndigas no se quemen sin iniciar la cocción interior de la carne. Colocamos todas las albóndigas así fritas en un refractario y horneamos a unos 180ºC por unos 15 minutos antes de servir.
Con qué acompañar las albóndigas rellenas de queso
Por lo general estas deliciosas albóndigas rellenas de queso se sirven con una salsa de tomate, preferentemente casera, y un arroz blanco o unas pastas frescas. Por el perfil de este plato te recomiendo tomar un vino tinto con un buen cuerpo que vendrá a darle el empujón final a todos estos reconfortantes sabores.