¿Quién no las ha probado alguna vez, mientras que compraba un sofá, en una conocida cadena sueca de muebles? Lo cierto es que es increíble como un sencillo plato puede traspasar fronteras y hacerse famoso, no sé si por su precio o por su sabor, eso ya lo dejo a vuestra opinión. Pues bien, si ya tenéis el piso totalmente amueblado y no tenéis pensado pasaros por allí, nada mejor que preparar vuestras propias albóndigas suecas en la cocina de casa.
Los ingredientes son muy sencillos y quizá la única forma distinta que encontramos sería la forma de cocinarlas, que es con mantequilla, con la cebolla un poco caramelizada y más especiadas que las clásicas. Sí, ya sé que alguno me vais a decir que ya no resultan tan sanas como con nuestro querido aceite de oliva, totalmente de acuerdo, pero me imagino que no va a ser una receta para comer todos los días. Yo lo que he hecho para aligerar el plato, es preparar la cebolla con mantequilla, pero lo que es freír las albóndigas, las he freído con aceite.
Ingredientes
- Carne picada (ternera o mezcla con cerdo) 750 g
- Cebolla media
- Mantequilla 120 g
- Leche 80 ml
- Miga de pan 25 g
- Huevo 1
- Sal una cucharadita
- Nuez moscada molida media cucharadita
- Cardamomo media cucharadita
- Pimienta negra molida media cucharadita
- Aceite de oliva
- Harina de trigo 40 g
- Caldo de carne 500 ml
- Nata líquida para cocinar 100 ml
Cómo hacer albóndigas suecas al estilo de Ikea
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 1 h
En una sartén ponemos 30 g de mantequilla a derretir y rehogamos la cebolla muy picadita durante unos minutos a fuego medio hasta que se vuelva transparente y un poco dorada. La reservamos y la dejamos enfriar. En un bol echamos la miga de pan con la leche y la dejamos reposar unos minutos para que se ablande, una vez blanda le metemos una batidora para triturarla.
En un bol grande echamos la carne picada, la sal, el cardamomo molido si era en semillas, la pimienta negra y la nuez moscada. Posteriormente añadimos el huevo batido, la leche con el pan y por último la cebolla caramelizada. Removemos para integrar bien los ingredientes. Esta operación como mejor nos queda es haciéndolo con las manos bien limpias.
Vamos cogiendo porciones iguales de carne con una cuchara o un racionador de helados pequeño y preparando nuestras albóndigas para una bandeja. Id friéndolas en aceite de oliva o mantequilla por tandas y reservándolas para añadirlas después a la salsa.
Para la salsa, preparamos una sartén de fondo grueso, derretimos el resto de la mantequilla (90 g), añadimos la harina de golpe y la cocemos durante unos minutos hasta que se vuelva color café con leche. En este momento añadimos el caldo de carne, removiendo constantemente para que no se nos formen grumos, y dejamos cocer durante cinco minutos. Añadimos la nata y cocemos en la salsa nuestras albóndigas durante quince minutos. Si la salsa nos queda muy espesa podemos ir añadiéndole pequeñas porciones de caldo de carne o agua.
Con que acompañar las albóndigas suecas
Las albóndigas suecas se pueden servir con una salsa de arándanos o una mermelada caliente, y un puré de patata como guarnición. El contraste del sabor a especias de la carne con el dulce y ácido de los arándanos, forma un conjunto muy apetecible. Así podemos disfrutar de un auténtico plato sueco, con la carne de nuestra elección, en nuestra propia casa. Os animo a que las preparéis.
En DAP | Recetas de albóndigas
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios