Hoy toca receta exótica con una de las partes más humildes pero más sabrosas de nuestro clásico pollo, alitas laqueadas con salsa Worcestershire. No sé a vosotros, pero yo cuando aso un pollo entero es una de las piezas que más me gustan, así que algunas veces compro bandejas sólo con ellas pero intento prepararlas de manera más ligera que recurrir solamente a freírlas que, aunque así están muy crujientes y apetecibles, absorben excesiva cantidad de aceite.
Al ir marinadas y al horno, la receta se hace más sencilla, menos calórica y además manchamos mucho menos la cocina, y si encima la salsa les da un sabor muy especial ¿Qué más podemos pedirles? Si nunca habéis probado la salsa Worcestershire o inglesa os la recomiendo para este tipo de recetas, y si os intriga su origen e historia y sus usos más habituales en la cocina, podréis conocerlo casi todo sobre ella en un ratito.
Comenzaremos mezclando en un bol la salsa inglesa, la de soja, la miel templada unos segundos al microondas y el aceite. Revolver e integrar los ingredientes. Meter las alitas de pollo salpimentadas a marinar en el líquido durante media hora.
Precalentar el horno a 180ºC. Colocar las alitas de pollo en una fuente con la base cubierta con un poco de papel de hornear. Añadir la marinada, pintar las alitas por la superficie y hornear durante treinta minutos. Cada poco tiempo ir pintándolas con la marinada que cada vez será más espesa. Retirar del horno y servir bien calientes espolvoreadas con unos granos de sésamo.
Con qué acompañar las alitas
Las alitas de pollo laqueadas con salsa Worcestershire son ideales para comer acompañadas de un arroz blanco o la variante de arroz pilaf. El sabor especial de la salsa realza esta carne sencilla y la convierte en un plato original y distinto, también para picotear.
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