A estos canelones habría que hacerles un monumento. Solo por ellos merece la pena preparar el rabo de toro desde cero con , aunque lo ideal es tirar de sobras. Con ello ahorramos tiempo y convertimos este plato en una receta de aprovechamiento de matrícula de honor.
Con eso adelantado, esta receta no tiene ninguna ciencia. Y si además encontráis canelones precocidos, de esos que solo hay que rellenar y hornear, pues entonces la tarea es casi cosa de niños. Nos gusta aprovechar fiestas especiales como la Navidad para servir este platazo, y sabemos que vamos a dar la nota, para bien, con ellos. ¿Os animáis vosotros también?
Como acabamos de mencionar más arriba, cualquier receta de rabo de toro es buena para preparar estos canelones. De entre todas las que tenemos en nuestro haber nos gusta especialmente la de Pakus: rabo de toro guisado a la manera tradicional con el aval de la Cofradía gastronómica del rabo de toro cordobés. Éxito garantizado.
Pesamos las sobras de rabo de toro, sin hueso, para obtener los 200 gramos necesarios. Deshilachamos la carne junto con las verduras y un poco de la salsa y dejamos enfriar. Los canelones se rellenan mejor con el rabo en frío.
Hervimos abundante agua en una cacerola amplia y cocemos los canelones un par de minutos menos de lo indicado en el paquete. Retiramos y sumergimos en un cuenco con agua fría para cortar la cocción. Colocamos los canelones sobre un trapo limpio y repartimos el relleno sobre cada uno de ellos.
Enrollamos los canelones, procurando que no se salga el relleno por los lados, y los colocamos en una fuente de horno cubierta con una capa de salsa bechamel. Podéis hacerla con nuestra receta infalible o usar la vuestra propia.
Cubrimos con el resto de la salsa bechamel y espolvoreamos generosamente con queso Parmesano rallado o similar. Introducimos en el horno, precalentado a 200º C con calor arriba y abajo, y cocemos durante diez minutos. Encendemos el grill para gratinar unos minutos antes de retirar y servir.
Con qué acompañar los canelones de rabo de toro
Este es un plato contundente que no pide acompañamiento alguno, aunque todo depende de lo zampones que seáis. Estos canelones de rabo de toro se pueden servir con una ensalada de escarola, granada y kikos con vinagreta de frutos rojos, que es perfecta para Navidad. Y para beber, por supuesto, una copa de buen vino tinto.
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