Quizá esta receta de manitas de cerdo guisadas en salsa no sea una de las de nombre más atractivo entre todas las que contamos en Directo al Paladar, pero sí que os puedo asegurar que es una de las más ricas y sabrosas de nuestro recetario. Así que como el invierno es momento de guisos y platos de cuchara y casquería, me dije que no podía faltar esta receta al más puro estilo tradicional.
Esta parte del cerdo, que es un auténtico manjar, puede parecer engorrosa y complicada de preparar, como a veces nos parece el codillo, pero lo cierto es que esta pieza, barata y sabrosa, en la actualidad viene muy limpia de la carnicería por lo que nos dará muy poco trabajo su preparación antes de cocinarlas.
Eso sí, es una receta para pasar una tarde fría y lluviosa entretenidos. No es difícil, pero lleva su tiempo.
Comenzaremos chamuscando los pelillos que pudieran traer las manitas, o bien les pasamos una cuchilla de afeitar. Echamos las manitas, bien atadas con una cuerda de cocina si queréis servirlas enteras o bien sin atar para desmenuzarlas una vez cocidas y dejarlas sin huesecillos como hice yo en un recipiente con agua fría para que suelten la sangre en la nevera durante 24 horas.
Pasado el tiempo en una olla grande echamos las manitas las cubrimos con agua fría y las ponemos a hervir. Cuando llegue a ebullición contamos cuatro minutos, desechamos ese agua y ponemos de nuevo en una cazuela amplia la carne, la cebolla, la zanahoria, el puerro y las especias y cubrimos de nuevo con abundante agua fría, que las cubra. Cocemos durante tres horas a fuego tradicional o unos 40 minutos en la olla exprés. Reservar el agua de cocción.
Retiramos las manitas y bien las guisamos así enteras, o bien las vamos deshuesando y dejando en trocitos parecidos a los callos tal y como he hecho yo.
Para hacer la salsa, picamos la cebolla menuda, los dientes ajo y salteamos las verduras con un poco de aceite de oliva hasta que estén blandas y transparente. Agregamos la panceta en dados pequeños y la sofreímos. Añadimos la harina, removiendo sin cesar para que se cueza y no se pegue, añadimos el pimentón y vertemos encima el vino blanco dejándolo reducir durante unos tres minutos hasta que evapore el alcohol.
Añadimos la carne de pimiento choricero y la salsa de tomate, así como 500 mililitros del agua de cocción.Cocinamos todo junto durante 30 minutos.
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Con qué acompañar las manitas de cerdo guisadas en salsa
Esta sabrosa receta de manitas de cerdo guisadas en salsa os sorprenderá si nunca la habéis probado o que os traerá grandes recuerdos si hace mucho que no las tomáis. Es un plato que recalienta y congela muy bien, y que incluso conviene dejar reposar de un día para otro y que asienten los sabores, por lo que podéis hacer mucha cantidad y preparar bastantes raciones para varias ocasiones.
Eso sí, pedidle a vuestro carnicero que os venda manitas de las patas delanteras que tienen mucha más carne que las de atrás y servirlas muy calientes.
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