Recuerdo hace un año que disfruté de una comida familiar en La Mancha, concretamente en Consuegra. El menú se componía de platos típicos de la zona y entre ellos unas magníficas migas, pero eso sí, manchegas al estilo tradicional con su tocinito, su chorizo y cómo no, sus uvas, que me conquistaron totalmente.
No quise abandonar Consuegra sin que mis primas, manchegas de pura cepa, me dieran la receta de ese plato contundente, pero a la vez delicioso. Estuvo meses en el cajón y por una cosa u otra no se materializaba nunca, hasta hoy, que quiero compartir con vosotros este plato de pastores que bien vale la pena disfrutar de vez en cuando, como nos gustan también las gachas manchegas.
Son un plato de lo más humilde pero también tradicional y reconfortante, para preparar de vez en cuando y disfrutar sin remilgos como cuando nos damos el capricho de recuperar unas migas de pan o las también típicas migas al pastor. No sabemos cuáles nos gustan más.
Comenzaremos extendiendo las migas sobre un paño grande de cocina y las remojamos con agua de sal, distribuyéndolas poco a poco y uniformemente con la ayuda de una cuchara. Las envolvemos en el paño como si fuera un sobre durante una hora y media o dos horas, volteando de vez en cuando el paño para que se reparta mejor la humedad.
En una sartén pequeña freímos por este orden el pimiento seco y desvinzado, éste poco tiempo para que no se ennegrezca mucho, la panceta troceada y sin corteza, y el chorizo también troceado. Cuidando de que este quede muy tostadito. Ponemos una vez hechos estos ingredientes a escurrir en un papel y reservamos unos 15 mililitros de este aceite de la fritura.
Seguidamente machacamos el pimiento choricero en un mortero hasta que quede como polvo. Cortamos la panceta y el chorizo en trozos más pequeños y reservamos todo junto.
Ponemos de nuevo una sartén grande al fuego y echamos el aceite nuevo más los 15 mililitros reservados como saborizante. Calentamos a fuego moderado y freímos los ajos. Añadimos las migas humedecidas y volteamos constantemente con una pala hasta que queden sueltas y doraditas. Echamos casi al final el pimiento machacado y el picado de panceta y chorizo. Mezclamos todo muy bien para que se atempere con las migas.
Con qué acompañar las migas manchegas
Las migas manchegas las emplataremos en sartencitas de ración, les añadimos a la hora de comerlas las uvas fresquitas y las acompañaremos con un buen vino tinto de crianza. En La Mancha hay vinos muy buenos para maridar con las migas, pero yo os recomiendo en honor a estos manchegos que me regalo esta deliciosa receta que brindéis con un buen caldo de Consuegra.
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