La primera vez que mi novia me dijo que su madre preparaba pechugas de pollo con salsa de quesitos pensé que me estaba tomando el pelo. Luego, cuando vi que no estaba bromeando, sentí curiosidad, y al final he acabado probándola e incorporándola a mi recetario.
Y es que aunque pueda resultar extraño usar quesitos para hacer una salsa (y un poco más extraño os parecerá cuando leáis el paso a paso) el resultado está de toma pan y moja, literalmente.
Empezamos salpimentando las pechugas de pollo y cortando la cebolla en juliana. Luego, en una sartén grande con un poco de aceite, doramos las pechugas por ambos lados (en dos tandas mejor). Retiramos las pechugas y, en el mismo aceite, ponemos a pochar la cebolla. La cebolla se tiene que pochar ligeramente, pero no hace falta que llegue a caramelizarse, y es importante evitar que se queme.
Con la cebolla lista, añadimos a la sartén el vaso de agua y los quesitos. Si queremos, podemos sustituir medio vaso de agua por medio de vino blanco, o incluso añadir un chorrito de coñac y flambear la cebolla. Luego, a fuego medio, vamos removiendo y desmenuzando los quesitos hasta que la salsa vaya cogiendo cuerpo.
Finalmente, ajustamos la salsa de sal y pimienta e incorporamos las pechugas. Dejamos que se impregnen bien de la salsa de queso y servimos con abundante pan, porque este plato pide mucho mojar.
Con qué acompañar el pollo en salsa de quesitos
A pesar de mis reticencias iniciales, he de reconocer que >las pechugas de pollo con salsa de quesitos son un vicio, y a la que te descuidas estás repartiendo cariñosamente el último filete con tu pareja, pero atento de que no te dé el trozo más pequeño. La cazuela, eso sí, se queda tan rebañada que no hace falta ni limpiarla. Con buen pan no hará falta más acompañamiento, aunque un poco de arroz blanco o puré de patatas le iría de fábula.
En Directo al Paladar | Receta de pechugas de pollo caramelizadas
En Directo al Paladar | Receta de pollo a la crema con tomates secos