Hay ocasiones en las que basta tirar de pocos y básicos ingredientes para conseguir resultados sorprendentes. Estos contramuslos de pollo a la mostaza con costra son una receta resultona capaz de convertir en una fiesta cualquier comida de diario. La cobertura aporta un toque de sabor y textura excepcional que hace que uno quiera comer más y más.
Se puede preparar con otras partes del pollo, como los contramuslos o los jamoncitos, que sean jugosas y aguanten bien el paso por el horno. No recomiendo hacer esta receta con pechugas de pollo, pues quedan más secas. Pero si es vuestra pieza favorita o la que tenéis a mano, siempre podéis poner en práctica nuestro truco para conseguir unas pechugas de pollo al horno más jugosas.
Repasamos los contramuslos de pollo y retiramos los posibles restos de plumas que puedan tener. Cortamos también el sobrante de piel y nos quedamos solo con la de la superficie. Sazonamos y reservamos. También mezclamos la mantequilla, previamente fundida, con el panko y una pizca de sal. Removemos bien y reservamos.
Por otro lado mezclamos la mostaza, los dientes de ajo (rallados), las hojas de tomillo fresco, el aceite de oliva virgen extra, la salsa Perrins, la ralladura de limón, la pimienta negra y un poco más de sal. Colocamos los contramuslos de pollo en una fuente apta para horno, con la piel hacia arriba, y los pincelamos con la mezcla.
Después los cubrimos con el panko, bien repartido por toda la superficie, y llevamos la fuente al horno, que habremos precalentado a 190-200ºC, con calor arriba y abajo, durante 40 minutos. Si la superficie se dora en exceso antes de que termine el tiempo de cocción, cubrimos la fuente con papel de aluminio. Servimos inmediatamente.
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Con qué acompañar el pollo a la mostaza con costra
En casa, cualquier plato de pollo se suele acompañar de una guarnición de arroz blanco o de puré de patata. Y este caso no ha sido diferente, pues al pollo a la mostaza crujiente le van que ni pintadas cualquiera de ellas. Una opción más ligera es una ensalada de hojas verdes o un tomate aliñado. ¿Con qué lo acompañaríais vosotros?
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