Desde que hace unos meses probé el pollo a la crema con tomates secos, se ha convertido un habitual de mi repertorio (añadiendo patata y cebolla, todo sea dicho). Lo que pasa es que lo poco gusta y lo mucho cansa, así que con el tiempo he probado variantes de esa receta como este pollo asado con crema de limón y espinacas.
La verdad es que no sabría decir cuál de las dos recetas prefiero, porque aunque se parezcan bastante en la forma y en los ingredientes, su sabor es bastante diferente. Eso sí, las dos consiguen que acabes mojando pan hasta no dejar ni una gota de salsa.
Comenzamos separando el muslo del contramuslo del pollo. Luego lo salpimentamos bien y lo ponemos a dorar en una cazuela con las dos nueces de mantequilla. Cuando el pollo se haya dorado, añadimos una cucharadita de pimentón, removemos bien y retiramos el pollo.
Por otro lado, pelamos las patatas y las cortamos en finas láminas. En esa misma cazuela, y aprovechando la grasa de la mantequilla y el pollo, doramos las patatas. Luego añadimos el vino blanco y rehogamos hasta que se evapore. Después incorporamos la nata, el zumo del limón, el queso parmesano y el tomillo. Ajustamos de sal, llevamos a ebullición, incorporamos las espinacas y dejamos reducir.
Finalmente añadimos el pollo y horneamos durante 30 minutos a 225 ºC. Servimos caliente acompañado de una buena ración de pan y un poco de tomillo para decorar.
Con qué acompañar el pollo asado con crema de limón y espinacas
Creo que sin que lo explique demasiado, todos os hacéis una idea de lo rico que está este pollo asado con crema de limón y espinacas. Y si no lo tenéis claro, confiad en mí y probadlo. Siempre que lo preparo es un éxito absoluto.
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