Los chiles jalapeños son típicos de la cocina mexicana aunque no son exclusivos de la misma ya que podemos encontrar variantes en otras culturas del orbe. Cuando se nos antoja comer platos con sabores más exóticos o intensos, puede ser una buena idea incluir algún ingrediente picante a nuestras recetas. Así les podremos dar un giro bastante interesante que despertará nuestros sentidos.
Hoy te propongo esta receta de pollo en salsa de tomate y chiles jalapeños que es ideal para una comida llena de sabores intensos que te harán un día de verano mucho más palpitante. Originalmente la receta es picante, pero si la prefieres más suave puedes simplemente retirarle las semillas a los chiles y listo. Tendrás una versión menos dinámica del mismo plato.
Vamos a calentar la mantequilla con el aceite en un sartén grande y poner a sellar las pechugas de pollo por unos cinco minutos de ambos lados. Mientras tanto, vamos a picar el tomate, la cebolla y cortar los chiles en rodajas. Aquí tienen dos opciones: si quieren que la receta sea bien picosa, dejan las semillas de los chiles, mientras que si la prefieren menos picosa los desvenan y retiran las semillas.
Cuando las pechugas empiecen a dorar vamos a agregarles primero la cebolla, enseguida el tomate picado y los chiles. Revuelven los ingredientes, añaden el vino, la crema y ajustan el sazón con sal y pimienta. Bajamos la lumbre al mínimo, tapamos la sartén y dejamos por unos 20 a 25 minutos, revolviendo regularmente.
Con qué acompañar el pollo en salsa de tomate y chiles jalapeños
El pollo en salsa de tomate y chiles jalapeños es realmente una muy buena opción para el verano ya que lo puedes preparar con anticipación, ir a la playa y simplemente recalentarlo cuando vayas a comer. Te recomiendo servirlo con arroz, pastas o lo que más te agrada como guarnición. Una cerveza clara bien fría o un vino blanco seco combinarían muy bien con la receta.
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