Desde luego si hay una carne versátil en nuestra cocina esa es sin duda el pollo, podemos cocinarla de varias maneras y acompañarla de salsas diversas, que casi siempre sabrá bien y gustará a todos los de casa. En esta ocasión he preparado un fácil y delicioso pollo guisado en cerveza negra, una receta sencilla que permite lograr un plato muy especial.
Si la carne en vez de guisada os apetece más al horno, también podéis añadir la salsa sobre ella y hornear todo a la vez. La salsa quedará más reducida con el calor del horno, pero también muy rica y sabrosa. Podéis emplear un pollo entero troceado o bien solamente cocinar la receta con muslitos o zancos.
Comenzaremos limpiando el pollo de posibles plumas y grasillas. Lo salpimentamos y reservamos. Picamos la cebolla menuda.
En una cazuela sofreímos la cebolla durante 10 minutos a fuego lento. Subimos un poco el fuego y salteamos la carne de pollo en trozos, rehogándolo durante otros 10 minutos o hasta que esté dorado.
Mientras mezclaos en un bol el sobre de sopa de cebolla, la cerveza negra, y la pimienta. Vertemos esta salsa por encima de la carne y dejamos cocinar 40 minutos a fuego medio o hasta que veamos la carne tierna, vigilando que no se quede seco, en tal caso le añadimos una pequeña cantidad de agua.
Con qué degustar el pollo guisado a la cerveza negra
El pollo guisado en cerveza negra es perfecto como plato de diario al que le queramos imprimir un punto especial. Se puede acompañar con arroz en blanco o una buena ensalada verde, y además recalienta muy bien al día siguiente, cuando la salsa ya ha cogido más cuerpo y sabor.
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