Lo nuestro con esta receta de albóndigas con queso y salsa de cebolla de The kitchn fue amor a primera vista y nuestro instinto no nos ha fallado.
Además de ser una receta sencilla de preparar, esta deliciosa y cunde como para alimentar a un ejército. Sobre todo si las acompañamos de una ración generosa de patatas fritas, puré de patatas o arroz blanco.
Para que su elaboración resulte menos pesada, se pueden hacer las albóndigas por un lado y la salsa por otro en distintos momentos. Luego solo hay que juntar ambas preparaciones y darles un golpe de cocción final antes de servir. Aunque yo he preparado la salsa al tiempo que las albóndigas estaban en el horno y ha resultado muy llevadero.
Lo más lento es el pochado de las cebollas, pero una vez que están en el fuego no requieren de atención alguna. Solo hay que remover de vez en cuando y listo. Mientras esto ocurre hay muchas otras cosas que podemos hacer, como preparar el acompañamiento, cocinar otras recetas o descansar...que no todo va a ser trabajar.
Ingredientes
- Tomillo fresco rama (para las albóndigas y la salsa) 5
- Queso gruyère o similar (para las albóndigas) 50 g
- Diente de ajo (para las albóndigas) 1
- Panko (para las albóndigas) 45 g
- Huevo S o M (para las albóndigas) 1
- Salsa Worcestershire (para las albóndigas) 5 ml
- Carne picada de ternera (para las albóndigas) 350 g
- Cebolla (para la salsa) 1
- Mantequilla (para la salsa) 30 g
- Harina de trigo (para la salsa) 15 g
- Vino blanco (para la salsa) 50 ml
- Caldo de carne (para la salsa) 200 ml
- Vinagre de Módena (para la salsa) 5 ml
- Sal
- Pimienta negra molida
Cómo hacer albóndigas con queso y salsa de cebolla
- Tiempo total
En un recipiente hondo y amplio mezclamos el huevo con la salsa Worcestershire, el panko, el diente de ajo rallado, el queso rallado y las hojas de la mitad del tomillo. Salpimentamos y agregamos la carne picada. Removemos bien hasta obtener una masa homogénea en la que todos los ingredientes estén bien integrados.
Tomamos pequeñas porciones, las boleamos y las colocamos en una fuente para horno, ligeramente engrasada. Cocemos las albóndigas en el horno, precalentado a 180 ºC con calor arriba y abajo, durante 15 minutos. También las podemos hacer en la freidora de aire, reduciendo el tiempo a la mitad. Una ve listas, las retiramos y reservamos.
Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana fina. La pochamos en una sartén con la mantequilla, añadiendo un poco de sal para que suelte sus jugos. Lo hacemos a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que esté bien tierna. Tardaremos unos 25-30 minutos. Incorporamos las hojas del resto del tomillo, pimienta negra al gusto y la harina. Removemos y cocemos un par de minutos.
Regamos con el vino blanco y dejamos que se evapore a fuego fuerte. Por último agregamos el caldo de carne y dejamos cocer la salsa durante 15 minutos, tiempo en el que espesará ligeramente. Por último incorporamos las albóndigas, le damos un último hervor de unos dos o tres minutos y servimos.
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Con qué acompañar las albóndigas con queso y salsa de cebolla
Hay muchas guarniciones que le van bien a estas albóndigas con queso y salsa de cebolla, pero ya os hemos contado cuáles son nuestras favoritas en la introducción. Aunque cualquier verdura a la plancha o una ensalada ligera es también una buena alternativa.
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