Para mí, comer una quiche es siempre una fiesta, y prepararla, un preludio de que algo bueno va a pasar; quizá sea el olorcillo que sale del horno el que me estimula gloriosamente, anticipando el festín que se vivirá en la mesa. Como plato de aprovechamiento no tiene precio, ya que dignifica y convierte en cónyuges perfectos a ingredientes olvidados y dispares.
El otro día estaba yo dando vueltas a una morcilla a la que estaba terminando por coger cariño, ya que llevaba mucho tiempo con nosotros y su fecha de caducidad estaba próxima. Así que me puse a buscarle una buena pareja, de esas que te aportan lo que a ti te falta, y pensé en una buena uva moscatel como complemento dulce a tan contundente embutido. Ofició la unión un cremoso queso de Arzúa Ulloa. Fue una ceremonia preciosa, y el banquete estupendo.
Ingredientes para seis personas
Una morcilla de Burgos, dos yogures griegos, 200 gramos de queso Arzúa Ulloa (la parte más cremosa y tierna), uva moscatel, 200ml de nata, cuatro huevos, masa quebrada, sal y pimienta.
Elaboración de la quiche de morcilla, moscatel y Arzúa
Precalentamos el horno a 180º durante diez minutos. En primer lugar hay que preparar una masa quebrada, aunque también podemos comprarla ya hecha. Colocamos la masa en el molde y ponemos encima papel sulfurizado o de horno, y colocamos encima garbanzos para que no se deforme.
Introducimos en el horno el molde durante 15 minutos. Cuando pase el tiempo, no tenemos más que retirar el molde del horno y tomar el papel por dos puntos para retirar los garbanzos de una sola vez.
Damos un corte longitudinal y superficial a la morcilla para poder retirar toda la piel. Cortamos en rodajas y las pasamos por la plancha. Una vez hechas las distribuimos sobre la masa quebrada ya cocida. Lavamos las uvas y las colocamos junto a la morcilla.
Batimos los dos yogures, el queso de Arzúa troceado, los huevos y la nata hasta obtener una masa homogénea. Salpimentamos al gusto y lo ponemos sobre la masa. Introducimos en el horno durante 30 minutos.
Tiempo de elaboración | 60 minutos Dificultad | Media
Degustación
El yogur griego y el queso Arzúa Ulloa, dan a esta quiche de morcilla, moscatel y Arzúa un sabor muy especial, y una textura muy suave y cremosa. La contundencia de la morcilla encuentra un buen contrapunto con el estallido dulce de las uvas. Estas, más ricas cuanto más pequeñas sean. Si son demasiado grandes pueden trocearse.
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