De preparar el risotto de gambas y tomates secos del otro día me habían sobrado unos cuantos tomates secos. Bien podía haberlos guardado, pero quiso la providencia que me encontrara con esta receta de pollo a la crema con tomates secos en el blog Damn Delicious, así que pensé que era una buena manera de aprovecharlos.
El pollo y la nata se llevan sorprendentemente bien, y más todavía si le damos un toque mediterráneo con los tomates secos y una buena combinación de especias variadas. No es una receta que luzca espectacular, pero está realmente buena.
Empezamos separando el muslo del contramuslo del pollo. Salpimentamos. Luego, en una cazuela que podamos meter en el horno, ponemos el pollo a dorar con un poco de aceite. Lo dejamos un rato hasta que se dore bien, retiramos y reservamos.
En ese mismo aceite que ha dejado el pollo, ponemos los tres dientes de ajo picados a dorar. Después añadimos la nata, el caldo, el queso, los tomates secos y un pizca de tomillo, albahaca y orégano. Ajustamos de sal y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y dejamos que reduzcatres o cuatro minutos.
Finalmente, incorporamos de nuevo el pollo a la cazuela y horneamos durante 30 minutos a 225 ºC. Servimos caliente con un poco de albahaca fresca y una buena ración de pan, porque es de esas recetas que no puedes evitar mojar.
Con qué acompañar el pollo a la crema con tomates secos
El pollo a la crema con tomates secos combina la suavidad que la nata le aporta al pollo durante la cocción con el toque intenso y afrutado de los tomates secos. El resto de las especias ayudan a convertirlo en un plato muy ligero y aromático a pesar de la rica salsa.
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