Esta receta de origen francés, concretamente de La Provenza, es un plato muy sencillo. La base para conseguir que esta receta de pollo con aceitunas a la provenzal salga perfecta reside en preparar una buena salsa de tomate casera. Por supuesto, la podéis sustituir por salsa ya hecha, pero no será lo mismo.
Para disfrutar totalmente de esta receta es casi obligatorio acompañarla con una buena hogaza de pan, pues la salsa resultante está tan suculenta como la propia carne. No descartéis prepararla con trozos de solomillo de cerdo, estamos seguros de que el resultado será igual de exquisito.
Ingredientes
- Contramuslos de pollo deshuesados, sin piel y troceados 1 kg
- Aceite de oliva virgen extra 2 cucharadas
- Cebolla 1
- Dientes de ajo pelados y picados 2
- Jerez seco 125 ml
- Salsa de tomate 500 g
- Perejil fresco picado muy fino, 1/4 de taza
- Aceitunas negras sin hueso 50 g
Cómo hacer pollo con aceitunas a la provenzal
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 1 h
Calentamos la mitad del aceite en una cazuela y freímos el pollo, en tandas, a fuego fuerte hasta que esté bien dorado, dándole la vuelta con frecuencia. Lo sacamos y lo ponemos sobre papel de cocina para que escurra la grasa.
Calentamos el aceite restante en la misma cazuela, rehogamos la cebolla y el ajo, removiendo, a fuego moderado durante cinco minutos o hasta que la cebolla se ablande. Volvemos a echar el pollo en la cazuela, agregamos el jerez y la salsa de tomate.
Tapamos y llevamos a ebullición, bajamos el fuego y dejamos cocer, tapado, durante unos 10 minutos o hasta que el pollo esté bien hecho y tierno. Destapamos y dejamos cocer unos minutos más para que la salsa espese. Añadir el perejil y las aceitunas y servir inmediatamente.
Con qué acompañar el pollo con aceitunas a la provenzal
Si preferís preparar esta receta de pollo con aceitunas a la provenzal con antelación, entonces reservad el perejil picado y las aceitunas y agregadlos al guiso justo antes de servirlo. Como todos los platos de carne en salsa, este también gana si se preparar con un día de antelación, pues todos los sabores se asientan. Acompañadlo de un buen vino tinto y una gran hogaza de pan.
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