A la cabeza del universo del fast food junto con las hamburguesas, los hot dogs -o perritos calientes, si no nos ponemos puristas- son seguramente los mayores exponentes de esta comida rápida que, si está bien hecha, puede ser muy buena.
Aunque es una receta que a priori no tiene ciencia, vais a ver cómo con un par de trucos podéis convertir un sencillo hot dog en un bocado que incluso emularían en cualquier street food de Nueva York.
Como en otras ocasiones cuando hablamos de recetas fáciles es importante recordar que, si tenemos buenos ingredientes, serán bastante mejores de lo que habitualmente comemos por calles y restaurantes, algo que siempre tenemos en cuenta en nuestras recetas con salchichas frescas.
En esta ocasión vamos a preparar una guarnición variada que, a vuestro gusto, podéis modificar, suprimir o incrementar para hacer vuestros perritos a imagen y semejanza.
Cortamos en ángulo las salchichas sin llegar al final primero por un lado y después por el contrario para que al pasar las salchichas por la sartén o la parrilla entre mejor el calor.
Calentar ligeramente los panes de perrito y cortamos la cebolla y los pepinillos muy muy pequeños y mezclamos en un bol con el encurtido, la mostaza y la miel para tener el aderezo (relish) del perrito.
Montamos los perritos con la salchicha, las salsas de mostaza y ketchup, el relish y la cebolla frita crujiente.
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Con qué acompañar los hot dog al estilo americano
Pues más allá de una buena cerveza, de un refresco o de un clásico milkshake, pocas compañías mejores se pueden pensar para estos hot dog, aunque para seguir con el ritmo podemos hacer unos nachos con queso o un buen guacamole.
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