Cuando el calor aprieta, lo último que me apetece es meterme en la cocina y apostarme delante de los fogones demasiado tiempo, encender el horno, ni nada parecido. Tampoco me apetece comer caliente, me decanto por elaboraciones frías. Son las que mejor entran, como este carpaccio de ternera al vino tinto, que es una auténtica delicia.
Una receta que lleva tiempo de espera, que no de trabajo, pero que merece la pena probar. La carne se corta en lonchas finas y se puede congelar perfectamente, en pequeñas cantidades. Luego sólo hay que sacarla del congelador para tener un buen plato de carpaccio casero resuelto en un santiamén.
Comenzamos preparando un bouquet de hierbas o bouquet garni, que no es más que un ramillete de diferentes hierbas, frescas o secas, que otorgan a los platos un excelente aroma y sabor. Generalmente, las hierbas se envuelven en una lámina de puerro, pero en este caso no es necesario. Simplemente tomamos todas las hierbas, las sujetamos unidas por el tallo y las atamos con hilo de bramante.
A continuación, preparamos las verduras. Comenzamos por las zanahorias, que pelamos, lavamos y cortamos en discos. Seguimos por la cebolla, pelándola y picándola groseramente, y por los dientes de ajo, que simplemente pelamos. Cubrimos la base de una cazuela de base amplia con aceite de oliva y lo calentamos. Añadimos las verduras, el bouquet garni y los granos de pimienta y dejamos pochar a fuego suave< hasta que la cebolla esté transparente.
Alcanzado este punto, incorporamos el vino y subimos el fuego para que alcance el punto de ebullición. A los dos minutos, retiramos la cazuela del fuego y añadimos la pieza de ternera, volteando para que se cueza ligeramente por todos sus lados. Cubrimos con las verduras y las hierbas. Marinamos durante 3-4 horas, aproximadamente, en frío y volteando la pieza de vez en cuando.
Transcurrido el tiempo de marinada, retiramos la ternera de la cazuela y la limpiamos y secamos con papel absorbente. Extendemos la mostaza por toda la superficie y, sobre esta, las hierbas provenzales. Es importante que las hierbas cubran la totalidad de la ternera, de modo que no escatiméis en cantidad si fuera necesario añadir más.
Envolvemos la pieza de carne con papel film transparente y la dejamos reposar en la nevera toda la noche. A la hora de cortar la ternera, conviene darle un golpe de congelador para que se endurezca un poco la pieza y nos resulte más fácil conseguir láminas finas. Necesitaremos, por supuesto, un cuchillo bien afilado y de hoja larga (tipo jamonero).
Con qué acompañar el carpaccio de ternera al vino tinto
El carpaccio de ternera al vino tinto es una elaboración muy versátil que se puede tomar como relleno de bocadillos, en ensalada, etc. Una pieza de medio kilo cunde mucho, por lo que recomiendo laminar entera y congelar en paquetes pequeños que podamos utilizar en nuestras elaboraciones. Es perfecta para estos días de calor en los que apetece comer frío.
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