Aunque las palabras ginger beer, literalmente cerveza de jengibre, puedan hacernos creer que estamos ante una receta con alcohol no tenemos por qué preocuparnos, pues esta refrescante bebida es completamente sin alcohol y podemos hacerla en casa con mucha facilidad.
Suele utilizarse en coctelería, pero también simplemente como refresco con un poquito de hielo, pues la ginger beer tiene ese perfil ligeramente picante y alimonado que aporta el jengibre y que resulta tan gustoso, sobre todo en los momentos de más calor.
En este caso se trata de cocer e infusionar este rizoma de manera doméstica, que no tiene demasiado misterio, más allá de controlar las fermentaciones y de expulsar el gas que se genere a diario, pues si no se hace corremos el riesgo de que la botella estalle.
No, no os preocupéis, que si seguís los pasos para evitar que esto suceda no habrá problema y podréis tomar ginger beer como más os guste: solo o acompañado de vuestras bebidas favoritas.
Ingredientes
- Jengibre fresco entero 1
- Agua 2 l
- Azúcar 250 g
- Zumo de limón
Cómo hacer ginger beer casera
- Tiempo total 40 m
- Cocción 40 m
- Reposo 72 h
La receta no es complicada ni laboriosa, pero sí es relativamente larga, pues necesitamos que el jengibre fermente, por eso veréis que el tiempo de la receta es mucho, pero realmente solo tenemos que dedicarle un cuarto de hora al día, salvo en la primera cocción.
Picamos jengibre con la piel muy fino hasta obtener dos cucharadas soperas y en un bote de cristal grande ponemos dos litros de agua templada, 2 cucharadas de azúcar y dos del jengibre picado.
Tapamos, agitamos muy bien, destapamos y cubrimos con una gasa sujeta con una goma para dejar salir el gas pero que no entren ni impurezas ni insectos.
Dejamos reposar tres días a temperatura ambiente y comprobamos que en la parte superior donde flotan los restos de jengibre empieza a haber burbujas de fermentación.
Al tercer día trituramos con un robot de cocina 125 gramos de jengibre con piel y un poquito de agua para ayudar al triturado, obteniendo una pasta fina de jengibre.
En una cazuela ponemos a hervir otros dos litros de agua, con la pasta de jengibre y 190 gramos de azúcar blanco y lo mantenemos a ebullición minima durante 10 minutos.
Dejamos enfriar a temperatura ambiente y lo colamos sobre un recipiente grande. Sobre la mezcla que acabamos de colar y enfriar colamos también 1/4 de la mezcla que dejamos fermentar tres días y el zumo de un limón.
Con la ayuda de un embudo llenamos las botellas 3/4 partes y las cerramos con el tapón hermético. Luego las dejamos a temperatura ambiente tres días más. Importantísimo en este paso es ir abriéndolas cada 24 horas para dejar escapar el gas. Si no se abren cada 24 horas, las botellas estallarán.
Pasados los tres días guardamos las botellas en la nevera, donde el frío frenará la fermentación pero no la para, así que hay que abrirlas cada 24 horas para que no exploten, aunque ya podremos consumir nuestro ginger beer sin problemas.
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Con qué acompañar la ginger beer casera
Se puede tomar a modo de refresco, pero lo más habitual es aprovechar su sabor y potencia para sustituir a ciertos mixers como la tónica o el ginger ale, ya que es más potente y le va muy bien al whisky (como Jack Daniels o Red Label), para hacer un cóctel con vodka (como el Moscow Mule) o simplemente para tomar con hielo y limón en casa.
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