Todos, en mayor o menor medida, hemos presenciado más de una vez como esa botella verde se acercaba a nuestras mesas para alicatar la sobremesa de nuestros mayores con un licor que, generalmente, nunca llevaba etiqueta.
No vamos a hacer apología del licor clandestino, pero sí que podemos hacer un orujo de hierbas en casa recurriendo ya al aguardiente hecho (esto no es ilegal) y mezclando en él nuestras hierbas y flores favoritas, tal como se hace también, por ejemplo, el pacharán.
Perfecto para el típico chupito de después de comer (con moderación), son muchos los ejemplos comerciales que conocemos de este licor de hierbas como Ruavieja, Frades o Panizo. Ahora plantamos cara presentando nuestro propio aguardiente de hierbas casero que veréis que no es difícil de hacer y que el resultado merece la pena.
Al gusto, como siempre que os aconsejamos estas bebidas caseras como el triple seco, el pacharán o el coquito, podéis elegir las hierbas aromáticas que más os convenzan, aunque hay algunas que son más habituales que otras.
Ingredientes
- Aguardiente o licor 1 l
- Albahaca al gusto
- Romero fresco al gusto
- Menta fresca al gusto
- Tomillo fresco al gusto
- Hierbabuena al gusto
- Clavo de olor al gusto
- Canela en rama al gusto
- Bayas de enebro al gusto
- Azúcar 300
- Agua 300
Cómo hacer orujo de hierbas casero
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 20 m
Poner en una botella que se pueda cerrar de manera hermética los aromáticos (la combinación que se desee) dentro de la botella e introducir el aguardiente.
Dejar macerar en un lugar oscuro y fresco durante unas tres semanas. Pasado ese tiempo, juntar el azúcar y el agua en un cazo y llevar a ebullición haciendo un almíbar.
Colar el aguardiente de la botella y desechar las hierbas aromáticas. Mezclar el aguardiente con el almíbar y dejar en lugar oscuro una o dos semanas más antes de consumir.
Bornioli Rocco Officina Botella Vidrio
Con qué acompañar el orujo de hierbas casero
Podemos desempolvar nuestras mejores recetas de cocina gallega, pero también de cocina vasca, cocina asturiana o cocina cántabra. En resumidas cuentas, cualquier cocina tradicional como una fabada asturiana, un caldo gallego, un cocido montañés o unas patatas a las riojanas irán bien secundadas por este licorcillo tan apetecible de manera puntual.
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