La Mimosa es un cóctel que se ha popularizado tremendamente en los últimos años y que es perfecta para refrescar el aperitivo o para acompañar un brunch, al estilo del Aperol spritz. Es muy sencillo de preparar, se compone de zumo de naranja y espumoso a partes iguales y se sirve en copa alta y estrecha.
Suave y refrescante a partes iguales, es caballo ganador. Tiene un toque sutil de alcohol y gas, que hace de la Mimosa una bebida realmente apetecible. Hay quienes usan champán o prosecco, pero yo me he decantado por el cava por ser producto de proximidad y nacional. Y si quieres un toque tropical, prueba el cóctel Malibú con piña casero.
Preparar una Mimosa no tiene ciencia alguna ni requiere de ningún artilugio específico de coctelería. Para que quede perfecta es importante respetar la proporción de los dos elementos que la componen: 50% de zumo y un 50% de espumoso.
Las naranjas y el cava deben estar bien fríos cuando vayamos a preparar y servir este cóctel. Para ello lo primero que tenemos que hacer es meter la botella de cava en el congelador, así como exprimir las naranjas y guardar su zumo en la nevera.
En el momento de consumo medimos el volumen de zumo y de cava, tiene que ser iguales, y disponemos las copas alargadas. Las llenamos hasta la mitad de cava y, después, agregamos la misma cantidad de zumo. No hace falta llegar al borde.
Decoramos o no, esto va en gustos, pero la Mimosa queda mucho más bonita si colocamos un trocito de naranja en el borde de la copa. Servimos inmediatamente y ¡a disfrutar!
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Con qué acompañar el cóctel mimosa
Lo más común es servir el cóctel mimosa como parte de un desayuno especial o de un brunch. Imagínalo acompañado de fruta fresca, huevos al gusto, fiambre, queso, tostadas, etc. ¿No te entran ganas de darte un capricho mañana mismo?
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