Cuando vi esta ensalada de garbanzos con atún y vinagreta de mostaza no me pude resistir a prepararla y compartirla con vosotros. Y es que, algunos días, simplemente pensar en cocido no es apetecible, pero si éste se transforma en un plato fresco y ligero, las legumbres entran como nada.
Si tenéis mucha prisa siempre se puede recurrir a la típica conserva de garbanzos cocidos, pero yo os recomiendo la legumbre seca, pues así obtendréis una ensalada con mucho mejor sabor. Yo aproveché que tenía unos garbanzos castellanos de esos pequeñitos que aún saben como los de antes y decidí ponerlos a remojo para preparar la ensalada con ellos.
El día anterior por la mañana poner a remojo los garbanzos. Por la noche o cuando hayan pasado ocho o diez horas cocerlos durante cuarenta minutos. Escurrirlos y dejarlos enfriar en una fuente en la nevera.
Poner en un plato grande una cama de mezclum de lechugas, añadir los garbanzos, desmenuzar el atún en trozos medianos y los tomates picados en trozos o bien mitades de los tomates cherry. Esparcir los aros de cebolleta.
En un bol mezclar la mostaza, el vinagre, el aceite de oliva y la sal. Remover con una cuchara hasta que se amalgamen los ingredientes y se forme una vinagreta espesa. Extenderla por encima de la ensalada justo en el momento de servir.
Con qué acompañar la ensalada de garbanzos con atún y vinagreta de mostaza
La ensalada de garbanzos y atún con vinagreta de mostaza os va a encantar como plato único en los días de verano que no os apetezca mucho cocinar. Ideal para dejar sin aliñar en la nevera, llegar de la playa y tener algo preparado para comer. Podéis, si os gusta el pimiento rojo y verde, añadirle unos trocitos en crudo a la vinagreta para hacerla más completa.
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