Estoy encantada con el último libro que me he comprado sobre cocina vegetariana de Oriente Próximo, de él he sacado esta receta de ensalada de trigo sarraceno y habas que os recomiendo, por la exótica mezcla de ingredientes y porque visualmente resulta preciosa.
El trigo sarraceno o alforfón, que se asemeja a los granos de cerecal aunque es una semilla, sirve para preparar esta ensalada, ligera y con un sabor increiblemente fresco. El trigo sarraceno crudo tarda un poco más en cocerse que las semillas tostadas, pero ambos son igualmente deliciosos y podéis usar cualquiera de los dos.
Empezamos poniendo las habas en una cazuela con agua hirviéndola y cociéndolas hasta que estén tiernas. Las escurrimos y reservamos. Lavamos el trigo sarraceno bajo un chorro de agua fría y lo hervimos con el caldo de verduras o agua hasta que esté tierno pero un poco consistente. Lo escurrimos.
Troceamos las nueces, lavamos y laminamos los rabanitos y troceamos la cebolleta. Batimos todos los ingredientes del aliño. Ponemos en una ensaladera el trigo sarraceno y lo mezclamos con las habas, los rábanitos, las nueces y la cebolleta. Vertemos el aliño por encima y servimos la ensalada.
Con qué acompañar la ensalada de trigo sarraceno y habas
Esta receta de ensalada de trigo sarraceno y habas sirve perfectamente como primer plato, pues es muy saciante, o para servir en un bufete o comida informal. Si queréis adelantar un poco de trabajo, para aligerar las tareas de último momento, os recomiendo hervir el alforfón con antelación.
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