El paraíso de los huevos fritos es un placer que, a veces, no podemos permitirnos. No gastar demasiado aceite o el temor a añadir más calorías de la cuenta al plato nos echa para atrás en muchas ocasiones.
Por fortuna, si sigues leyendo, encontrarás la manera ideal de hacer un huevo a la plancha, incluso con la sartén antiadherente que tienes por casa y con una cantidad de aceite irrisoria.
Poca ciencia y un par de trucos para que el huevo quede jugoso con la yema entera y no haya ningún resquicio de sequedad, que te permitirá aprovechar este huevo para un montón de recetas.
La complicación es mínima y el nivel de manchado también es bajísimo, así que esta receta de huevo a la plancha es una solución maravillosa para desayunos donde quieras disfrutar del huevo sin pesares.
Lo primero que debemos hacer es pintar (basta una brocha o un poco de papel de cocina) con un poco de aceite de oliva una sartén antiadherente y ponerla a fuego medio.
Aparte cascamos el huevo en un bol y cuando la sartén esté caliente, lo añadimos y dejamos cocinar tres minutos, tiempo suficiente para que se haga.
Retiramos con una espátula de silicona para no rayar la sartén y servimos con una pizca de sal en la yema.
Con qué acompañar el huevo a la plancha
Opción perfecta para no meter más grasas de la cuenta a la comida, con este huevo a la plancha podemos apañar un segundo plato a costa de una pechuga de pollo o convertirlo en una comida más contundente con un poco de arroz blanco.
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