Cuando quiero una receta para una cena de picar que guste a todo el mundo, no dudo en preparar estas frittatas mini de tomate, queso feta y beicon. Aparte de una combinación de ingredientes muy equilibrada en sabores, me gusta la rapidez con que se cocinan, pues en un ratito tenemos las minifrittatas listas para servir.
También las podéis preparar en formato grande si no disponéis de ramequines individuales, en una cazuela apta para el horno, pero os recomiendo que por lo menos en alguna ocasión las hagáis así de pequeñas, puesto que a la hora de servirlas quedan con más estilo en la mesa. Siempre podéis aumentar o disminuir los ingredientes según los comensales que sean, pero mantener la proporción de un huevo por persona para que no queden excesivamente pequeñas.
Comenzaremos precalentando el horno a 180ºC. Engrasamos con la mantequilla los moldes individuales y forramos sus bases con papel de horno. Cortamos el beicon en cuadraditos, desmenuzamos el queso feta y partimos los tomates cherry a la mitad.
En cada cazuelita vamos repartiendo el beicon, echamos unas hojas de albahaca picada, repartimos el queso feta y espolvoreamos el queso grana padano. En un bol batimos los huevos y la nata líquida, salamos comprobando la cantidad de sal de nuestro queso feta y lo repartimos entre los seis moldes echando la misma cantidad a cada uno. Colocamos tres mitades de tomates cherry y horneamos durante 25 minutos.
Con qué acompañar las mini frittatas
Las frittatas mini de tomate, queso feta y beicon se deben dejar reposar unos cinco minutos, después de salir del horno, y antes de servirlas. Podéis acompañarlas con una ensalada o formar parte de otros aperitivos en una cena de picoteo. Os recomiendo que las probéis.
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