Lo que más agradezco del verano es que puedan prepararse platos fríos que no necesitan ser recalentados para comerse ni prepararse a último momento. Creo que eso fue lo que más me gustó de esta receta de pastel de puerros y gambas al eneldo. Después, al probarlo, me conquistó por su textura y su delicioso sabor.
Utilicé eneldo seco para aromatizar porque no lo tenía fresco. La receta indicaba que fuera fresco y estaba segura de tener unas ramitas congeladas, pero me equivoqué. Siempre que se usan hierbas secas hay que poner menos cantidad, pues el sabor está más concentrado. Eso es lo que hice y, la verdad, para mi quedó perfecto.
Empezamos eliminando la raíz de los puerros y la parte más verde. Los cortamos en rodajas y los lavamos bien bajo el chorro del agua del grifo. Los dejamos escurrir. Si utilizamos el eneldo fresco, lavamos bien las ramitas, las secamos con papel de cocina y las picamos finamente.
Disponemos los puerros en una sartén grande, con unas gotas de aceite de oliva y una cucharada de mantequilla. Los dejamos cocer a fuego suave, removiendo de vez en cuando, durante unos veinte minutos. Pasado este tiempo, incorporamos las colas de gamba peladas y las dejamos cocer cinco o diez minutos más.
Condimentamos con sal, pimienta, nuez moscada y reservamos. En un bol, cascamos los huevos y los batimos con unas varillas manuales. Agregamos la nata líquida y el eneldo y volvemos a batir. Por último, agregamos la mezcla de puerros y gambas, removiendo bien.
Untamos un molde de plum cake con mantequilla y vertemos la mezcla preparada. Introducimos el molde en el horno, precalentado a 180 ºC y cocemos el pastel durante unos treinta o cuarenta minutos. Para comprobar si está hecho, pincharemos con un palillo y deberá salir limpio.
Para hacer la salsa rosa, mezclamos la mayonesa con un poco de salsa de tomate, zumo de naranja al gusto y unas gotas de whisky en un bol y la reservamos en la nevera hasta el momento de servir.
Con qué acompañar el pastel de puerros y gambas
Acompañé este pastel de puerros y gambas al eneldo con una salsa rosa, pero admite cualquier otra salsa que nos guste y apetezca: de tomate, mayonesa, tártara, etc. Incluso una completa ensalada me parece una guarnición perfecta. Como la receta lleva nata y hace mucho calor, mejor conservar el pastel en la nevera hasta el momento de degustar.
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