Hace ya un par de años que compartimos con vosotros la receta griega de kolokithokeftedes o buñuelos de calabacín y queso feta y hoy volvemos a la carga con una nueva versión. Igual de sabrosa y aromática, pero con el toque de sabor que aporta la unión de ajo, parmesano, tomillo y romero.
Estos buñuelos de calabacín y parmesano son, además, extra crujientes. Lo que conseguimos extrayendo la mayor cantidad de líquido del calabacín, una vez rallado, y añadiendo un ingrediente clave: el panko. Estas escamas de pan seco japonés hacen magia, señoras y señores. Y no hay mejor manera de comprobarlo que preparando la receta que os contamos.
Por supuesto que la podemos preparar en cualquier época del año, pero en verano el calabacín se encuentra en su mejor momento y esta receta va a salir mucho mejor. Si no caen todos de una sentada, podéis guardar las sobras en un recipiente hermético y calentarlos de nuevo en la sartén o en el horno para recuperar su crujiente gloria.
Ingredientes
- Calabacín mediano 1
- Sal
- Huevo 1
- Tomillo fresco 1/2 cucharadita
- Romero fresco 1/2 cucharadita
- Diente de ajo pequeño 1
- Queso parmesano rallado 150 g
- Harina de trigo 35 g
- Panko 100 g
- Pan rallado 50 g
- Pimienta negra molida al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer buñuelos de calabacín y parmesano
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 15 m
Pasamos el calabacín por un rallador grueso y sazonamos ligeramente. Colocamos sobre un escurridor (y este sobre un bol) y dejamos que suelte sus jugos durante 20 minutos. Después presionamos ligeramente hasta que quede lo más seco posible.
En un recipiente hondo mezclamos el huevo, el tomillo y el romero finamente picados, el diente de ajo rallado y el queso parmesano rallado. Añadimos el calabacín y mezclamos bien. A continuación incorporamos la harina, el panko, el pan rallado y una pizca de pimienta negra.
Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y depositamos en ella pequeñas porciones de la mezcla. Las aplastamos ligeramente y dejamos que se doren durante un par de minutos a fuego medio. Volteamos y dejamos dorar otros dos minutos.
Retiramos los buñuelos a un plato y repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta terminar con toda la mezcla. Mantenemos los buñuelos calientes cubriendo el plato con un trapo de cocina. Servimos inmediatamente, espolvoreando con un poco más de queso parmesano.
Con qué acompañar los buñuelos de calabacín y parmesano
El acompañamiento de estos buñuelos de calabacín y parmesano depende del momento en que los consumas. Si los preparas para el aperitivo, los puedes servir con una bebida bien fresquita. Si los preparas como almuerzo ligero o cena, entonces una ensalada de tomate aliñado le va de perlas.
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