En la cocina francesa y española la expresión "a la milanesa" se usa para designar cualquier elaboración que implique rebozar un alimento en huevo, pan rallado y queso parmesano. Aunque el plato tiene evidente sabor italiano, en Italia esta expresión se utiliza para otras elaboraciones, típicas de Milan, que nada tienen que ver con un rebozado.
Para complicar más el asunto, este plato en concreto no lleva pan rallado y sí una fritada de tomate. Imposible saber, entonces, el por qué de su nombre, pero forma parte del exuberante recetario de la marquesa de Parabere, una de nuestras grandes gastrónomas, y no somos quiénes para llevarle la contraria.
El plato, que hemos adapta del clásico de la marquesa, recuerda enormemente a las clásicas berenjenas a la parmesana –melanzane alla parmigiana, en italiano– y está, sencillamente, delicioso.
La marquesa finalizaba el plato con mantequilla derretida además de queso antes de meterlo en el horno, un paso que hemos obviado por aquello de ahorrar alguna calorías, pero malo seguro que no está.
En primer lugar, cortamos los calabacines (lavados pero sin pelar) en rajas de en torno a un centímetro de grosor. Las pasamos por harina y las freímos por tandas en aceite bien caliente. Cuando estén doradas por ambas lados las pasamos por papel de cocina y las disponemos sobre una fuente apta para el horno.
En el mismo aceite en el que hemos frito los calabacines (retirando el sobrante), rehogamos la cebolla bien picada. Cuando se haya dorado añadimos el ajo, también picado; los tomates, pelados y cortados en trozos, y las hierbas aromáticas. Nosotros hemos utilizado romero, orégano, tomillo y laurel, pero se puede utilizar cualquier otra combinación de nuestro gusto. La marquesa usaba perejil en vez de orégano, per nosotros preferimos el segundo, sobre todo si es fresco. Salpimenta la fritada y deja que se cocine a fuego lento durante unos 25 minutos, hasta que pierda todo el agua y quede una salsa espesa. Mientras se hace la fritada, vamos calentando el horno a 180º
Cuando este listo el tomate, vierte la fritada (que puedes pasar, si lo deseas, por un chino) por encima de los calabacines. Añade el queso rallado y mete la fuente en l horno para que se cocine suavemente durante en torno a media hora. Sirve de inmediato en la misma fuente.
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Con qué acompañar los calabacines a la milanesa
Este suculento plato de verduras es ideal como plato único en verano, cuando el calabacín está de temporada. Para acompañarlo solo necesitas pan, aunque tampoco pasa nada si preparas una guarnición de arroz o pasta. Para beber, estamos ante un plato muy agradecido con los vinos tirando a frutales, ya sean rosados, blancos o tintos jóvenes.
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