Con la llegada del otoño (e, incluso, unas semanas antes) llegan a nuestras fruterías las primeras calabazas de temporada.
Esta hortaliza es protagonista indiscutible de purés y cremas, pero se puede utilizar de muchas otras formas y disfrutar de multitud de recetas con calabaza. En concreto, la calabaza se cocina especialmente bien al horno, como demuestra este gratín en el que se mezcla con queso parmesano.
Hemos adaptado la receta de la web de nuestros compañeros galos 750g y ni que decir tiene que está de muerte.
Para hacer esta receta hemos utilizado una gigantesca calabaza potimarrón, la variedad más común en Francia, que no se ve tanto por España, pero las indicaciones sirven exactamente igual para las que encontramos aquí.
Ingredientes
- Calabaza 1 kg
- Queso parmesano 50 g
- Creme Fraiche o nata líquida grasa cucharadas 2
- Nuez moscada molida al gusto
- Pimienta negra molida
- Sal
- Mantequilla
Cómo hacer calabaza gratinada con queso parmesano
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 40 m
Pon agua a hervir en una cazuela grande. Mientras se calienta, pela y despepita la calabaza. Corta la pulpa en trozos grandes. Cuando el agua llegue a ebullición, vierte los trozos, tapa la cacerola y deja que se cocinen 10 minutos. Pasado este tiempo comprueba que estén bien hechos: debes poder atravesar los trozos sin resistenia con un cuchillo. Cuando la calabaza esté lista escúrrela y reserva.
Unta un poco de mantequilla en el fondo de una fuente apta para el horno, vierte la calabaza y aplástala con ayuda de un tenedor. Lo ideal es que quede una textura espesa, con algún trozo más grande que otro. Añade la crème fraîche o la nata liquida, la mitad del parmesano rallado, pimienta recién molida, un poco de nuez moscada y una pizca de sal (con cuidado, que el parmesano es muy salado). Remueve la mezcla y ralla la otra mitad del parmesano por encima, para que se haga costra.
Mete la fuente en el horno a 180º C y deja que se cocine entre 25 y 30 minutos, hasta que el queso quede bien dorado. Sirve de inmediato.
Con qué acompañar la calabaza gratinada con parmesano
Este plato es ideal como guarnición de carnes, ya sea un pollo asado, un redondo de ternera o un magret de pato, pero también se puede tomar en solitario, para tener una comida o cena (más o menos) ligera. Para beber, el sabor dulce de la calabaza se acompaña bien con un vino blanco tirando a seco. Un verdejo le irá de maravilla.
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