Esta receta tradicional de lentejas a la burgalesa no te llevará mucho tiempo y el resultado es ligero, al no llevar embutidos, como suele ocurrir en otras recetas similares de legumbres, platos de cuchara y otras recetas tradicionales.
No estamos para despilfarros, así que no es mala idea recuperar las sencillas y baratas, recetas clásicas a base de legumbres que han caracterizado nuestra cocina como la receta de lentejas estofadas en olla de cocción lenta o Crockpot o la que os enseñamos hoy cocinada en cazuela tradicional. Además estaremos apostando por nuestra salud.
Ingredientes
- Lentejas 500 g
- Cebolla 1
- Tomate 2
- Aceite de oliva virgen extra 4 cucharadas
- Sal y pimienta al gusto
- Laurel 1 hoja
- Diente de ajo 1
- Tocino un trozo pequeño (o panceta ahumada)
- Harina de trigo 2 cucharadas
- Nuez moscada molida una pizca
- Agua para cubrir
Cómo hacer lentejas a la burgalesa
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 1 h
Las lentejas, a diferencia de otras legumbres, no es necesario remojarlas. Las ponemos en una olla grande, cubiertas de agua, unos dos litros o algo más. Añade un diente de ajo, una hoja de laurel y el tocino y lleva a ebullición, dejando cocer a fuego lento unos 25 minutos.
En este punto hacemos un sofrito con la cebolla picada fina y el aceite de oliva. Cuando esté dorada añadimos el tomate pelado y picado. Remueve y deja freír unos minutos a fuego suave. Añade la harina, remueve unos segundos y vierte sobre el guiso de lentejas.
Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada y dejamos cocer el conjunto hasta que las lentejas queden muy tiernas. Si veis que quedan muy secas añadid un poco de agua durante la cocción.
Con qué acompañar la receta de lentejas a la burgalesa
Sirve esta receta tradicional de lentejas a la burgalesa en platos soperos, acompañadas de unos dados de pan frito. En mi casa es costumbre añadir una cucharada de buen vinagre de vino, al momento de servir, en cada plato. La verdad es que le da un toque especial muy rico.
Si quieres un plato más light y vegetariano elimina el tocino de la receta, y añade más verduras, como guisantes, patatas y zanahorias. El resultado final es igual de bueno. Cuando era niño, mi madre, a sabiendas de que no me gustaban, me pasaba las lentejas por un pasapuré, y así me las comía encantado. Un buen truco para enseñar a los niños a comer legumbres.
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