Cuando era niña me encantaba mirar los escaparates de las pastelerías, con su surtido de tartas, pasteles y bollería. Me encantaban (y me siguen encantando) los dulces de toda la vida, los clásicos. Recuerdo el bollo suizo con especial cariño ¡cómo los disfrutaba abiertos por la mitad, a la plancha con un poco de mantequilla y mermelada!
Lamentablemente en la actualidad es difícil encontrarlos. Otro tipo de dulcerío ha ido desplazando este bollo tan tradicional. Sencillo, pero delicioso. Tierno y esponjoso, un bollo suizo bien hecho es un verdadero manjar. Para quienes también lo añoran, aquí va la receta.
Preparamos un prefermento para mejorar la conservación y el sabor de los bollos. Para ello, en un recipiente amplio y hondo, mezclamos 50 g de harina de fuerza, 50 g de leche y toda la levadura, Cubrimos con un trapo y dejamos fermente hasta que haya levado y esté burbujeante.
Agregamos todos los ingredientes restantes, excepto la mantequilla. Amasamos durante unos 15-20 minutos o hasta que la masa vaya estando lisa. La extendemos sobre la encimera y añadimos la mantequilla en pegotes. Seguimos amasando hasta que la masa esté fina y elástica.
Hacemos una bola con ella y la introducimos en un cuenco aceitado, la tapamos con un trapo y dejamos que fermente de nuevo hasta doblar el volumen. Dependiendo de la temperatura a la que se encuentre, el proceso puede durar más o menos.
Cuando haya doblado el volumen la pasamos a la encimera enharinada y la apretando fuerte con las manos. La dividimos en ocho porciones de igual peso y las boleamos. Las colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal.
Cubrimos nuevamente con un trapo y dejamos levar una última vez. Cuando hayan duplicado su volumen los pintamos dos veces con huevo batido, esperando unos minutos antes de repetir. Hacemos un corte central, relativamente profundo, con un cuchillo bien afilado.
Humedecemos el azúcar para decorar los suizos con unas gotas de agua, removemos y repartimos por encima de los suizos. Cocemos en la parte más baja del horno, precalentado a 205ºC con calor arriba y abajo, durante 12-14 minutos o hasta que estén dorados.
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Con qué acompañar el bollo suizo
Tal y como he mencionado en la intro, el bollo suizo es delicioso si lo cortas por la mitad y lo marcas a la plancha con un poco de mantequilla. Luego lo rematas con la mermelada que más te gusto y listo. No necesita de nada más.
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