Como creo que en todas las casas, en la mía de vez en cuando toca cenar pizza, pero cuando quiero variar y no recurrir a la clásica de siempre, me decanto por esta otra especialidad italiana, la focaccia. Esta versión rellena es algo diferente, con peras, tocino y gorgonzola,una mezcla sorprendente de sabores que os va a encantar.
Siempre me ha gustado ese tipo de platos donde se mezcla fruta con quesos azules o fuertes, así que en este caso la unión del dulce de la pera con el picante del gorgonzola no va a dejar a nadie indiferente. Y es que aunque no te apasionen los quesos de este tipo la pera lo suaviza de tal manera que no parece el mismo que cuando lo untas simplemente en pan, pero sin tampoco perder su personalidad.
Comenzaremos preparando la masa, para ello en un bol echamos el agua templada, el aceite y la cucharadita de azúcar y desleímos la levadura. Añadimos la harina y la sal y vamos amasando poco a poco hasta conseguir una masa que no se pegue a las manos o también la podemos preparar en una amasadora con el accesorio gancho o en una panificadora. Hacemos una bola y la dejamos dentro del bol tapada en un lugar templado hasta que doble su volumen.
Precalentamos el horno a 240ºC. Estiramos la masa haciendo una forma oval. Pelamos las peras y las cortamos en láminas finas. Picamos el tocino en dados y el queso gorgonzola lo desmenuzamos en trozos menudos. Pincelamos la masa con el aceite de oliva y extendemos las láminas de pera por la mitad de la masa, añadimos el tocino y por último el queso gorgonzola y el tomillo picado.
Espolvoreamos un poco de pimienta y cerramos nuestra focaccia como un libro sellando los laterales para que no se escape el relleno y hacemos en la superficie con una tijera de cocina, unos cortes a modo de chimenea para que respire. Horneamos la focaccia pincelada con aceite por la superficie durante 25 minutos o hasta que la veamos bien dorada.
Con qué acompañar la focaccia de pera
La focaccia de peras, tocino y gorgonzola acompañada de un vaso de buen vino o de una cerveza os hará disfrutar de una cena al estilo italiano pero distinta y con algo especial. Servirla bien caliente espolvoreada con sal gruesa, para que el queso se mantenga fundido e impregnando de sabor esta rica especialidad de Italia.
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