Cuando se trata de pan muchos de nosotros sentimos un miedo tremendo a la hora de elaborarlo en casa, pero hay muchas recetas sencillas y básicas por las que se puede empezar y que sirven para perderle algo de respeto al tema. Los panecillos de boniato y miel son una de ellas. Un bocado delicioso que se disfruta desde el momento en que arranca su preparación, porque son sencillísimos.
Aprovechemos que estamos en temporada de boniato para prepararlos aunque, si no la encontramos, podemos sustituirla por patata. Estos panecillos de boniato y miel son ligeramente dulces y tienen una consistencia ligera y suave. Son muy versátiles y se pueden comer solos o rellenos, calientes o fríos. Al gusto de cada cual.
Comenzamos haciendo un puré con el boniato, del que usaremos solo una parte. Para ello, pelamos el boniato, lo cortamos en dados y lo introducimos en una cacerola con abundante agua. Llevamos a ebullición y cocemos, a fuego bajo, durante unos 25-30 minutos o hasta que al pinchar con una brocheta comprobemos que está tierno. Escurrimos bien y machacamos hasta hacer puré.
Pesamos 170 gramos del puré de boniato y lo reservamos. El resto del puré de boniato lo podemos refrigerar durante un máximo de una semana o congelar durante más tiempo y utilizarlo para elaborar otras recetas como pasteles de boniato y anís, bocaditos de hojaldre y dulce de boniato al agua de azahar, por ejemplo.
Mezclamos el puré de boniato con el buttermilk y la miel. Si no tenemos buttermilk, lo podemos sustituir por una mezcla de 70 ml de leche y 10 ml de zumo de limón. Deberemos mezclar ambos y dejarlos reposar 30 minutos antes de usarlos, para que la leche se corte y obtengamos la buttermilk casera.
En un recipiente hondo y amplio, mezclamos la harina junto con el impulsor químico, la sal y la mantequilla. Incorporamos la mezcla del puré de boniato y mezclamos bien hasta homogeneizar. No hace falta amasar así que, en cuanto los ingredientes se hayan mezclado bien, tomamos porciones de 36-38 gramos (podemos hacerlas más grandes) y las boleamos.
Colocamos las bolitas de masa sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado y las pincelamos con la mantequilla fundida. Cocemos en el horno, pre-calentado a 220 ºC, durante unos 10-12 minutos con calor arriba y abajo (si hacemos las bolitas de mayor tamaño, tendremos que ajustar el tiempo). Retiramos y dejamos reposar antes de servir.
Con qué acompañar los panecillos de boniato y miel
Estos panecillos de boniato y miel recuerdan a los scones británicos en cuanto a textura. Son ligeros, suaves y se deshacen en la boca. Están deliciosos recién horneados con una nuez de mantequilla y un poco de mermelada, aunque también les sienta de maravilla un relleno salado de queso, fiambre, etc. Perfectos para acompañar el café de media tarde o para darse un homenaje a la hora del desayuno en fin de semana.
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