Sabía que esta receta de panecillos tiernos con queso cremoso me iban a gustar, pues desde que preparé el cloud bread o pan nube, también con este tipo de queso, me encantó el resultado por lo esponjoso y suave que resulta. Si nunca os habéis animado a amasar, esta receta es ideal para iniciarse pues no hace falta mucha pericia para conseguir esta deliciosa masa.
Lo que sí os recomiendo es que si no vais a consumirlos inmediatamente los congeléis. Pues es una masa algo delicada, una vez que está horneada y para que aguante en las mejores condiciones es mejor meter en el congelador los panecillos que no vayáis a consumir y sacarlos con un poco de antelación cuando penséis servirlos. Vale la pena preparar más de la cuenta y congelar la mitad.
Si hacemos esta receta con Thermomix, ponemos en el vaso la leche y la mantequilla y las calentamos 2 min/37º/vel 1. Añadimos la levadura y el queso crema y mezclamos 5 seg/vel 6. Incorporamos la harina, la sal y el azúcar y mezclamos 6 seg/vel 6, después amasamos 2 min/vel espiga. Dejamos reposar dentro del vaso hasta que la masa doble su volumen (1 hora).
Si hacemos esta receta sin Thermomix, calentamos la leche sin que llegue a hervir, desleímos en ella la levadura. Añadimos la mantequilla y el queso crema y removemos hasta que esté bien integrado todo. Ponemos en un bol grande la harina, la sal y el azúcar y hacemos un hueco en el centro en el que verteremos la mezcla anterior. Amasamos hasta obtener una masa lisa. Hacemos una bola y la dejamos reposar en un bol cubierta por un paño, hasta que doble su volumen (1 hora).
En ambas preparaciones, desgasificamos la masa y la dividimos en 10 porciones. Les damos forma de panecillos redondos y los colocamos en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Pintamos cada panecillo con huevo batido y lo espolvoreamos con las semillas de amapola y de sésamo.
Dejamos reposar los panecillos en un lugar cálido y sin corrientes de aire, cubiertos con un paño de cocina, hasta que doblen su volumen (30 minutos). Mientras, precalentamos el horno a 180ºC. Horneamos durante 20 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante 15 minutos y servimos.
Con qué acompañar los panecillos tiernos con queso cremoso
Estos panecillos tiernos con queso cremoso son ideales para servirlos en una merienda, si os gusta el contraste dulce y salado os recomiendo que los acompañéis con una mermelada de naranja amarga o cerezas negras. Os aseguro que triunfaréis con esta receta tan especial.
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